El País
MADRID, ESPAÑA.- El personaje favorito de la prensa menos seria del año que acaba de terminar es, sin duda, Lindsay Lohan, actriz, cantante y bufón popular. Al introducir su nombre en el buscador Google, aparecen 4.4 millones de páginas web. Con apenas 20 años, y salida de la fábrica de Disney, Lohan acapara las portadas de todo tipo de publicaciones, que no resaltan sus habilidades histriónicas. Lohan destaca por: sus desenfrenados hábitos de parranda, su consumo de alcohol y drogas, sus romances, sus intentos de suicidio, sus amistades peligrosas -con Kate Moss forma el dúo dinámico y, en ocasiones, se junta con Paris Hilton y Britney Spears para formar la frivolísima trinidad- y su relación con los paparazzi la hacen estar en boca de todos.
A pesar de estos bellos momentos, Lindsay destaca del resto de las estrellas por su veta literaria, en la que acuñó el término ?adicuado?, al que hace referencia constante en sus textos. Su capacidad lírica hace temblar a más de un premio Nobel. Tras la muerte del cineasta Robert Altman en noviembre pasado (con quien trabajó en A Prairie Home Companion), escribió unas perturbadoras e inconexas líneas para que la familia se sintiese mejor: ?Siento como si el viento me hubiera tirado y me duele el corazón. [...] Aprendí tanto de Altman que fue lo más cercano a un padre y abuelo que creo realmente que he tenido en muchos años?. Tras varias líneas repletas de faltas de ortografía [o de un lenguaje distinto, como afirman los estudiosos de sus textos] y frases absurdas que provocan jaqueca, Lohan concluye con una reflexión, en la tradición de Tarzán: ?Haz búsqueda audaz e inventario moral de ti mismo. Por cada triunfo que hay en el mundo, un millón de almas son aplastadas. Valora cada triunfo cuando venga. Gracias... Sed adicuados?.
Su obra cumbre, sin embargo, salió a la luz pública en diciembre pasado. Se trata de un correo electrónico que escribió a sus amigos pidiéndoles ayuda para escribir una carta a los medios, políticamente correcta y ?adicuada?, para expresar su punto de vista sobre la educación de la generación que ella, lamentablemente, abandera: ?Tengo tal impacto en nuestras generaciones más jóvenes, y también en las más viejas. Todos lo sabemos y obviamente lo podemos ver. [...] La gente es cruel. Es mi vida y quiero vivirla. La gente no puede mentir y decir que está bien. He tenido muchas altas y bajas, como todo mundo?.
El objetivo último de este texto, sin embargo, era crear un war room (al estilo de las campañas electorales estadounidenses) de lujo para combatir a la malévola fuerza de los paparazzi: ?Al Gore me ayudará, se acercó a mí anoche y me dijo que tendría una conversación conmigo. Veamos si está dispuesto a ayudarme. Hillary Clinton y Bill Clinton estarán dispuestos, si se los preguntamos. Hay que preguntar. Quiero arreglar las cosas y parar a estas personas poco inteligentes y vulgares que les gusta lastimar a otras personas. Empecemos ahora, en vez de perder tiempo. ¿Estás de acuerdo? Lo haré igualmente. Gracias por vuestro tiempo. Tu entretenedora, Lindsay Lohan?.
Lohan insiste en retomar el bolígrafo y el pasado 18 de diciembre se filtró otro correo electrónico en el que aborda el mundo de las strippers (toma clases para un papel en una nueva película). Bajo el título ?Todas son prostitutas, todas son prostitutas... ¡excepto algunas, claro!?, desató la ira del sector: ?Tres horas de bailar en el tubo y estoy llena de moretones. No sabía que fuera posible tener moretones en esas partes del cuerpo. Las strippers, amigo, te lo digo... realmente respeto a esas pu... ahora... no te mentiré?. Por la manera como se refiere a las profesionales del tubo, es obvio que les profesa el máximo respeto. Como ellas no lo entendieron así, Lohan tuvo que disculparse públicamente el pasado 28 de diciembre con un: ?Amo a las strippers?.
Lindsay tiene todos los elementos para hacer felices a los paparazzi. Entre otras cosas, no cree en usar ropa interior y compite, junto a las otras dos integrantes de la frivolísima trinidad, por ver quién muestra ?más y más veces? a los fotógrafos. Este año ha sido internada cinco veces en el hospital, ha declarado que sufre anorexia, se le atribuyen una veintena de amantes, fue expulsada del parque de atracciones de Disneylandia por comportamiento inapropiado...
Todo esto, junto a su capacidad literaria, hace que el año 2007 luzca brillante para ella... y, por supuesto, para los periodistas que la cubren.
El año que vivió en peligro
Para bien o para mal, ella es la figura de 2006 pues tiene un carisma innegable y un talento que confirma en sus recientes filmes ?para adultos?, pero también es conocida por ser una chica fiestera y muy desinhibida.
De lo bueno, ¿poco?
Hacer un análisis entre lo bueno y malo que hizo Lindsay Lohan durante el año puede ser engañoso, pues los aspectos negativos roban cámara.
Sin embargo, en el plano estrictamente profesional parece que la actriz tomó buenas decisiones al escoger actuar en películas que la despegaron por completo del sello Disney, el cual definitivamente ya no empataba con ella desde que su busto creció (lo mismo da si fue gracias al cirujano plástico o a la naturaleza).
En la revista Allure declaró que odiaba ser considerada como una reina adolescente y que quería ser valorada como actriz seria.
Uno de los trabajos que le ayudaron en tal misión fue A Prairie Home Companion del enorme director Robert Altman, por la cual se pintó el cabello de rubio, dejando atrás el rojo que era la marca registrada con la que se su público comenzó a adorarla en cintas como Juego de Gemelas (1998) y Un Viernes de Locos (2003).
También participó en el filme independiente de Emilio Estevez, Bobby, con el que debutó ante públicos tan difíciles como el del Festival de Venecia.
El año que inicia parece bueno para Lohan, pues tiene varias producciones atractivas entre las que destacan Georgia Rule, junto a Jane Fonda y Felicity Huffman; A Woman of No Importance, a lado de Annette Bening; y The Best Time of Our Lives, con Keira Knightley.
También la veremos en Chapter 27, cinta que retrata la historia de David Chapman, asesino de John Lennon. Pero quizá el proyecto que más le entusiasma es The Loss of a Teardrop Diamond porque comparte set con Ann-Margret, la actriz que más admira y que se ha convertido en su role model.
A pesar de estar ya metida en la cinematrografía ?para adultos?, sigue conservando una buena cantidad de admiradores niños y adolescentes. Su premio como Actriz Favorita en la más reciente entrega de los Kids Choice Awards lo deja claro.
Hay que reconocerle también la capacidad, casi extinta entre las celebridades, que tiene de reírse de sí misma. Lohan ha sabido hacer chistes de sus burradas en cada una de las tres intervenciones que ha tenido en el programa Saturday Night Live. Ahí se burla de sus presuntos implantes, de su afinidad con las fiestas salvajes o de la bulimia que posiblemente padeció.
En cuanto a su carrera como cantante debemos decir que no tuvo excelentes dígitos, aunque su segundo álbum A Little More Personal (Raw) llegó a disco de oro en junio.
Como último punto a su favor subrayamos que este año ganó la batalla al problema evidente de peso que tuvo durante todo 2005, pues recuperó figura y salud con la ayuda de entrenador y dieta.
En la línea del escándalo
Un ingrediente que maximizó los problemas que tuvo Lindsay durante el año 2006 es la sobre exposición a la que voluntaria e involuntariamente estuvo sujeta.
Según un sondeo de la revista Forbes, la pecosa intérprete fue la celebridad que más apareció en medios electrónicos e impresos, compartiendo el cuadro de honor con ?joyas? como Pamela Anderson, Tom Cruise y Paris Hilton.
Parece imposible que tu vida no se convierta en un escándalo si las cámaras están detrás de ti a toda hora, en cada lugar, día y noche.
Algo de culpa tendrá ella porque no da tiempo a que las cámaras la extrañen y es que es muy difícil ver las alfombras rojas de todos los eventos del año, los importantes y los intrascendentes, y no toparse con ella desfilando entre flashes.
Comenzó a dar de qué hablar desde enero cuando fue hospitalizada en Miami luego de sufrir un serio ataque de asma. Días después Vanity Fair publicó una entrevista en donde la actriz admitía que usaba ?un poquito? de drogas. Aunque luego dijo que sus palabras habían sido malinterpretadas, la publicación se respaldó asegurando que la entrevista estaba grabada por si alguien quería salir de dudas.
Su segunda visita a un hospital fue en julio, supuestamente por agotamiento extremo y deshidratación debido a largas jornadas de filmación de Georgia Rule. El productor James G. Robinson y director general de Morgan Creek dijo a la prensa que el problema eran los excesos de ella durante las noches y su gusto por desvelarse. También señaló que trabajar con la actriz era fastidioso debido a que llegaba tarde a los llamados.
?Tengo 20 años. ¿Acaso es un crimen salir a bailar de vez en cuando con tus amigos??, se justificó Lohan en el show de Oprah Winfrey.
La mala racha siguió en septiembre cuando, una vez más, debió ser internada porque se fracturó la muñeca en una fiesta de la Semana de la Moda, en Nueva York.
Irónicamente su película veraniega Golpe de Suerte careció completamente de fortuna, pues le fue pésimo en críticas y sólo acumuló 33 millones de dólares en taquilla mundial.
Las cosas se pusieron peor en noviembre cuando National Enquirer informó que había sido encontrada inconsciente luego de consumir cocaína y analgésicos en el Hotel Chateau Marmont de Hollywood (lugar famosísimo por los excesos que ahí cometió gente como Jim Morrison y John Belushi en otros tiempos).
Un mes después la actriz confesó a People que asistía regularmente a las sesiones de Alcohólicos Anónimos, al mismo tiempo que su madre, Dina, suplicaba a los reporteros que tomaran la decisión de su hija como algo positivo y no como pólvora fresca para nuevos ataques.
Para rematar tenemos esas extrañas fotografías tomadas en Londres, también en noviembre, en las que se notan heridas y cicatrices en los brazos de Lohan y que, según un experto entrevistado por el diario The Sun, pudieron haber sido provocadas por ella misma en un autoatentado masoquista.