Muestran video del jefe del grupo, Jeff Schwilk y a algunos de sus seguidores cuando derribaron en enero pasado tiendas de plástico cerca de San Diego.
La organización civil Voz de San Diego divulgó ayer un video que confirma que el grupo antiinmigrante Minuteman destruyó un campamento donde vivían unos 300 campesinos, en su mayoría mexicanos.
El video muestra al jefe de ese grupo, Jeff Schwilk y a algunos de sus seguidores cuando derribaban en enero pasado tiendas de plástico que los campesinos habían levantado en un cañón entre colinas en Rancho Peñasquitos, unos 60 kilómetros al norte de San Diego.
Según se muestra en el video, la ex integrante de los Minuteman y ex compañera sentimental de Schwilk, Christie Czajkowski, filmó al dirigente antiinmigrante molesta porque destruyó veladoras en una capilla en el asentamiento.
La capilla católica era la única estructura con acabados de madera en la colonia de tiendas de plástico y escombros de construcción y los campesinos habían colocado las veladoras en ofrenda a la Virgen de Guadalupe.
“Lo siento, no te voy a permitir”, dice Czajkowski a Schwilk en el video que divulgó el grupo Voz de San Diego, un medio alternativo en la región.
Luego de que el antiinmigrante destruyera las veladoras, Czajkowski lo filmó, aunque en el video queda fuera la destrucción de los cirios.
Czajkowski, quien antes se autoidentificaba como la “Mamá Minuteman”, era la portavoz del grupo antiinmigrante de San Diego hasta que rompió su relación con Schwilk.
La mujer dijo a la organización que la operación en el campamento era de “limpieza”, pero los Minuteman comenzaron a destruir las viviendas de los campesinos. Czajkowski decidió filmar la acción al reconocerse católica y sentirse ofendida por el acto.
El Departamento de Policía de San Diego había cateado las casas de ambos miembros de Minuteman en busca de evidencias de esa destrucción, sin encontrarlas. La Policía ofreció entonces una recompensa de mil dólares por informaciones que llevaran al video.
En un reportaje que publicó Voz de San Diego, Schwilk asegura que su grupo cuenta con 660 voluntarios, aunque esa operación de “limpieza” de enero pasado fue muy publicitada y tuvo respuesta de unas cinco personas.
Una organización nacional especializada en investigar a grupos extremistas en Estados Unidos, el Centro Legal para la Pobreza Sureña, identificó a los Minuteman de San Diego como el grupo más peligroso de su tipo.
Promete Giuliani acabar con la inmigración ilegal
El aspirante a la candidatura presidencial republicana, Rudy Giuliani, prometió ayer poner fin al flujo de indocumentados que llegan a Estados Unidos mediante el rígido seguimiento de turistas y visitantes y con el incremento de la seguridad fronteriza.
“Podemos terminar con la inmigración ilegal. Se los prometo, podemos terminar con la inmigración ilegal”, insistió el ex alcalde de Nueva York en un centro comunitario, el primer de los dos que visitó en ese estado sureño.
Giuliani dijo que exigirá una cédula uniforme de identidad para los trabajadores y estudiantes extranjeros y creará un banco central de datos que vigile la situación legal de todos los visitantes que lleguen a este país. Agregó ante más de 300 personas que 12 millones de personas han entrado y residen ilegalmente en Estados Unidos.
“Son demasiadas las personas que cruzan la frontera sin ser identificadas”, indicó el ex alcalde.
Giuliani se mostró partidario de una cédula de identidad a prueba de falsificación que incluya las huellas dactilares de todos los extranjeros que entren en el país y un banco central de datos que registre su abandono del territorio nacional.
La cédula de identidad y otras propuestas para el control de la inmigración han formado parte de los discursos electorales de Giuliani desde hace varios meses. Agregó que sólo facilitará el acceso a la ciudadanía a los inmigrantes ilegales que se identifiquen como indocumentados, que aprendan inglés y que inicien desde el principio el proceso de legalización.
Su rival Mitt Romney ha criticado a Giuliani por su política de inmigración y sostuvo que Giuliani respaldó la inmigración ilegal cuando fue alcalde, denuncia rechazada por Giuliani.
Romney dijo la semana pasada que Giuliani “dio órdenes a los empleados municipales que no dieran información al Gobierno Federal que les permitiera hacer cumplir la Ley. La ciudad de Nueva York fue el mejor ejemplo de las ciudades santuarios en el país”.