Tres presuntos miembros de la organización terrorista vasca ETA fueron detenidos hoy en el sur de Francia, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
Los detenidos transportaban 165 kilos de material explosivo en una furgoneta Citröen Berlingo, de ellos 140 kilos de clorato potásico, 16 de azufre y 9 de pentrita.
También llevaban un rollo de cordón detonante, un fusil de asalto G-3, dos detonadores y dos bombas de gas, según las mismas fuentes.
En el vehículo también se encontró un detector de emisiones de ondas, herramientas y material de bricolaje.
La operación fue desarrollada conjuntamente por la Policía francesa y la Guardia Civil española y se emprendió después de recientemente fueran halladas en la misma zona varias bombonas de gas manipuladas para fabricar artefactos explosivos y que las Fuerzas de Seguridad atribuyeron a ETA.
Los detenidos, cuya identidad aún no ha sido facilitada, no ofrecieron resistencia al arresto, que se produjo en la zona de Saint Jean de Pied-de-Port, en el País Vasco francés, muy próxima a la frontera española.
Fuentes del Ministerio español del Interior señalaron que desde que ETA anunció el pasado 5 de junio la ruptura del alto han sido detenidos nueve supuestos miembros de la banda terrorista.
La fuerzas de seguridad españolas hallaron el pasado 21 de junio un coche abandonado supuestamente por presuntos etarras con más de cien kilos de explosivos en la localidad andaluza de Ayamonte, cerca de la frontera con Portugal.
El vehículo, un Ford Focus familiar con placas portuguesas auténticas, estaba estacionado en la autovía que une la región española de Andalucía con Portugal.
En el interior, los agentes encontraron 115 kilos de nitrato amónico, 15 de polvo de aluminio, 8 detonadores, 10 temporizadores, un receptor-emisor y diverso material, como un cordón detonante y un manual en lengua vasca para fabricar explosivos.
La banda terrorista dio por concluida la tregua de 14 meses el pasado 5 de junio y anunció que volvía a actuar "en todos los frentes", al considerar que "no se dan las condiciones mínimas" para un proceso de negociación con el Gobierno español.
Sin embargo, de hecho ETA había roto el alto el fuego el 30 de diciembre de 2006 cuando hizo explotar un potente coche bomba en el aparcamiento de la Terminal Cuatro del madrileño aeropuerto de Barajas, que causó la muerte a dos inmigrantes ecuatorianos.
Las Fuerzas de Seguridad españolas calculan que la banda vasca tiene en Francia al menos 70 miembros ocultos, muchos de ellos huidos tras participar en acciones de violencia callejera en España, y que dispone de explosivos suficientes para atentar.
