La Policía detuvo al presunto ladrón cuando intentaba vender la mercancía robada en al vía pública. Detuvo la Dirección Estatal de Investigación a un joven que robó una tienda de botas exóticas en la ciudad de Canatlán.
Fue fácil apresar al presunto caco cuando comercializaba las prendas de piel
Daniel Estrada Ortiz
El Siglo de Durango
CANATLÁN, DGO.- Resultó madrugador Erasmo Soto Fierro, apodado el “tacubayo”, pero no para trabajar sino robar, pues alrededor de las 6:30 horas, quebró el vidrio de la puerta de una tienda de botas para sustraer diversas prendas y huir.
No obstante, de manera no muy inteligente, el presunto ladrón, horas más tarde andaba en la calle ofreciendo a la venta su botín, por lo que los agentes de la Dirección Estatal de Investigación lo detuvieron y le aseguraron la mercancía.
Fueron cinco cintos exóticos, un par de zapatos de piel y tres botas de piel de cocodrilo, las prendas que le aseguraron al “tacubayo”, cuando este se disponía a venderlas de manera cínica en la vía pública en la ciudad de Canatlán.
El presunto ladrón, de 22 años de edad, tiene su domicilio en la Calle Presidios No. 220 de la colonia 30 Viejos de la cabecera municipal y al parecer tiene antecedentes penales por el mismo delito que ahora se le imputa.
Habitantes de la ciudad manzanera, señalan que hace dos meses por lo menos recién salió del Centro de Readaptación Social No. 1, en donde fue recluido por el delito de robo.
Los hechos ocurrieron a primera hora de ayer, Soto Fierro aprovechando que las calles aún están solas, utilizó un objeto contundente para quebrar el cristal de una de las puertas del comercio de calzado exótico y otras prendas de piel.
Al lograr su objetivo, tomó lo que pudo y rápidamente se dio a la fuga, no obstante, a los elementos de la DEI no les fue complicadas su detención, pues el mismo propició su aprehensión al intentar vender de inmediato y en plena calle la mercancía hurtada.
En detalle
Prendas aseguradas al presunto ladrón.
5 cintos exóticos.
1 par de zapatos de piel.
3 pares de botas de piel de cocodrilo.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.