La retinopatía diabética impide el correcto flujo de oxígeno a la retina ocasionando que proliferen nuevas venas de manera anómala.
Las personas que padecen diabetes viven bajo la amenaza de la retinopatía, la cual llega a causar lesiones en la retina llamadas exudados, pequeñas cortadas, que cuando no se tratan derraman sangre dentro del ojo.
Cuando la enfermedad se agrava, la retinopatía diabética “puede generar una hemorragia generalizada acompañada de ceguera, generalmente muy difícil de solucionar”, explica el doctor César Sánchez-Galeana, cirujano oftalmólogo con diversas subespecialidades.
Dice que “es muy triste ver personas que sufren daños irreversibles que se evitarían si se atendieran a tiempo”.
El experto en asuntos de visión menciona que al igual que la diabetes, la retinopatía diabética no se cura, “pero existen diversos tratamientos para controlarla, retardar el deterioro de la retina, evitar la pérdida de la visión y proveer a nuestros ojos de buen funcionamiento durante años”.
Sánchez-Galeana, director de Vision Care, llama la atención sobre que en la última década, la retinopatía diabética se convirtió en la principal causa de ceguera en México.
De memoria
Señala que la retina es la tercera capa y el tejido más importante del globo ocular: “Podríamos considerar a la retina como la pantalla de un cine, porque es el lugar preciso del ojo donde se forman las imágenes. Si no hay pantalla o está fracturada, entonces no hay visión”.
La diabetes puede causar daños terribles a la visión, por eso es de vital importancia cuidar adecuadamente la salud de los ojos.
La retinopatía diabética impide el correcto flujo de oxígeno a la retina ocasionando que proliferen nuevas venas de manera anómala.
¿Qué hacer?
El doctor Sánchez Galeana indica que para contrarrestarla en principio se puede emplear un medicamento intravítreo que retarda la proliferación de las venas anormales. Este fármaco genera la contracción de los vasos sanguíneos evitando la destrucción continua de la retina. La utilización del medicamento es reciente y no se pueden predecir los resultados a largo plazo.
La alternativa probada es el empleo del láser especial, que sirve para cauterizar las lesiones y frenar su extensión. Este tratamiento se llama fotocoagulación, explica el cirujano.
La fotocoagulación con láser argón es una opción muy utilizada en la práctica oftalmológica moderna por su efectividad, ya que ayuda a controlar las lesiones de la retinopatía.
“Este láser no elimina la graduación de un problema visual en una persona que requiere el uso de anteojos. Está diseñado solo para controlar los exudados en la retina enferma. Miles de personas diabéticas gozan de una correcta salud visual por mucho tiempo tratándolas con la fotocoagulación”, sostiene el especialista de Vision Care.
Advierte que muchas personas se confunden al asistir a una óptica, graduarse unos anteojos y pensar que, si ven bien con sus lentes, sus ojos ya no requieren otra atención.
Asegura que una evaluación realizada por oftalmólogos con formación y experiencia importante, por optometristas y asistentes especializados y con avanzada tecnología es el único medio para conocer el estado integral de la salud visual.