La fiesta de San Valentín fue introducida por Gelasio I, intentando anular las romanas en honor de Luperco, dios de la fertilidad y la primavera. El Día de San Valentín es una celebración donde las parejas se expresan amor, aunque en la actualidad festejemos particularmente a los comerciantes, con sus ventas recuperadoras de ?la cuesta de enero?; lo que inició con simples saludos de enamorados, ahora incluye todo tipo de regalos, según economías. ¿Qué le parece?
China también ha importado esta celebración occidental, aunque ya existía el Qi Qiao Jie (Día para mostrar las habilidades), celebrado el séptimo día del mes siete del calendario; por su parte, Japón, además del festival de Tanabata, versión propia de origen chino, lo celebran desde mediados del siglo XX, inicialmente impulsados por una compañía de chocolates en 1936.
Sin duda que ?el amor mueve montañas? y tiene múltiples expresiones, todas asentadas por la historia de distintas culturas; algunas reales, otras míticas y todas tratando de hacer sobresalir la capacidad de amar. Dice Pablo: ?Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor?.
Éste amor, festejado el 14 de febrero, es el ?romántico?, ya que los otros tienen sus propias manifestaciones: el deídico, especialmente recordado en Navidad; el filial, tiene de la madre y del padre; o filantrópico, que sin un día preciso, cuenta con muchas organizaciones e instituciones dedicadas a ensalzarlo con acciones.
Le invito a que recordemos algunos de esos ?amores inspiradores? del mundo; caso del vivido por Dafnis y Cloe, abandonados por sus padres, que en románticas frases describen el sentimiento: ?Estoy mala e ignoro mi mal/ padezco y no me veo herida/ me lamento y no perdí ningún cordero/ me abrazo y estoy sentada a la sombra?. Claro que el responsable fue ?Cupido?, al que describe Filetas: ?Eros, queridos niños, es un dios/ es joven, hermoso y alado/ y por eso, se deleita con la juventud/ persigue la belleza y da alas a las almas?.
La tragedia del amor romántico la representan Dido, reina de Cartago y Eneas el troyano, ella muere de amor al ser abandonada por el héroe que obedece a los dioses y viaja a fundar una nueva Troya. La diosa Iris, al ver la tristeza de la reina, deja como memoria siete colores en un estela en el cielo: el Arcoiris.
El amor por la perfección del arte lo testimonia Pigmalión, creando a Galatea, la mujer perfecta, que Afrodita vuelve humana; también es escándalo, como el vivido por Abelardo, filósofo de 36 años y Eloisa de 17, que descubiertos por el tío de ella, el religioso Fulberto y en venganza por el embarazo, manda castrarlo, sobreviviendo a través de Campoamor y el verso dedicado a la tumba de ambos: ?El rosal de ella y de él la savia toma, / y mece, confundiéndolos, la brisa/ en una misma flor y un mismo aroma/ las almas de Abelardo y de Eloísa?.
Del siglo XIII recordemos a Dante, casado con Gemma Donati, padre de tres hijos, quien deposita en Beatriz su inspiración; es platónico, ideal, inspirador: ?Yo he estado con amor desde la hora/ en que el sol completo mi hora novena/ y sé cómo espolea y cómo frena/ y cómo, en su poder, se ríe y llora/ quien por razón o por virtud contra el perora/ es como aquel que en la tormenta suena/... que si un nuevo placer mi alma secuestra,/ lo he de seguir, si a otro placer desbanco?. Igual sucede con Petrarca que ama a Laura de Noves, casada y al morir prematuramente inspira: ?¡Cuánta envidia te tengo, avara tierra!/ que aquella a quien de ver estoy privado/ abrazas y me quitas al amado rostro que fue mi paz y fue mi guerra!?.
Habrá que recordar los malos entendidos entre amantes, caso de Julieta y Romeo; engaños como el de la Celestina que envuelve a Calixto y Melibea y la influencia de otros seres, como cupido, que a punta de flechazos enreda corazones.
No olvide los nuestros, Diego Rivera y Frida Kahlo; ella decía: ?Yo he sufrido dos graves accidentes en mi vida, uno cuando el tranvía me atropelló y el otro accidente es Diego?. Él dijo a la muerte de ella: ?Antes de morir me doy cuenta que lo único que valió la pena fue el amor por Frida?.
La historia también conserva amores socialmente prohibidos, caso de Alejandro Dumas y Marie Duplessis que inspiran ?La dama de las camelias? o Giuseppe Verdi y Giuseppina Strepponi origen de La Traviata, y otros muchos que es imposible mencionar. Tal vez en el futuro leamos del suyo y el de su amada.
Le deseo que el día 14 sirva para reavivarle esperanzas, deseos de vivir y amar.
ydarwich@ual.mx