Diálogo con Calderón divide al PRD
En los debates del X Congreso Nacional del PRD, Pablo Gómez y Carlos Navarrete pasaron por encima de un acuerdo que ya habían discutido con Jesús Zambrano.
Al margen de la disputa entre Nueva Izquierda (NI) y el Frente Político de Izquierda (FPI), lo cierto es que sí hubo una pretensión de los senadores del PRD, Pablo Gómez y Carlos Navarrete, de posibilitar el diálogo de poderes con el Ejecutivo Federal y por ende, un futuro debate con Felipe Calderón.
Según la reconstrucción de lo ocurrido en los debates del X Congreso Nacional del PRD, Navarrete y Gómez pasaron por encima de un acuerdo que ya habían discutido con Jesús Zambrano, líder de NI y presidente de la mesa de Línea Política, donde se discutió el famoso párrafo del escándalo.
Gerardo Fernández Noroña fue quien propuso el añadido, que a la postre se convertiría en la causa de la discordia. Un párrafo de tan sólo 13 palabras, que subrayaba el desconocimiento del PRD a la figura de Felipe Calderón: “…manteniendo nuestro rechazo a debatir con quien usurpa la Presidencia de la República”.
El párrafo, tal cual, fue aprobado en la mesa de línea política por amplia mayoría el sábado 18 de agosto. Sin embargo, Pablo Gómez lo objetó y pidió que quedara constancia de su “derecho de minoría”. Aunque aparentemente no alcanzaba ni el 30% de los votos en la mesa, se le respetó su derecho y pasó a discusión a la plenaria.
Según versión de Fernández Noroña, que en esos momentos conducía la mesa de Línea Política, para no atorar el debate, aceptó la objeción de Gómez Álvarez bajo la advertencia: “si quieren ir a la plenaria a discutir pues vamos, pero esto es un sin-sentido porque el partido ya aprobó el no-diálogo con Calderón”.
Fue así como se dejó en pie el derecho de minoría y en la mañana siguiente (domingo 19), platicando con Jesús Zambrano que presidió la plenaria, Noroña le preguntó: “¿Entonces qué van a hacer?” A lo que aquél le respondió: “Vamos a retirar la objeción, no tiene sentido que debatamos ese punto”.
Todo indicaba que el X Congreso terminaría ya sin incidentes. En la plenaria, ya cuando se iba a anunciar que se había respetado el derecho de minoría, pero se retiraba la objeción, Pablo Gómez y Carlos Navarrete se acercaron a Zambrano para decirle que subirían a la tribuna para objetar el párrafo.
De acuerdo con la versión de Noroña, Zambrano fue el primer sorprendido de que Pablo Gómez y Navarrete hicieran uso de la palabra en contra de esa adición. Gómez Álvarez había atizado el ambiente luego de haber presidido la mesa de Estatutos con un dejo de soberbia que había enfurecido a muchos durante los días previos.
Al llegar a la plenaria, quiso mantener ese tono socarrón al hablar, pero de inmediato recibió el repudio de la gente de Izquierda Democrática Nacional (IDN) e Izquierda Social (IS), que lo interrumpieron: “¡Es un honor estar con Obrador! ¡Es un honor estar con Obrador!”.
El grupo de Nueva Izquierda y Movimiento por la Democracia respondieron “¡PRD! ¡PRD!”. La confrontación fue más que clara y los motivos también. Hay dentro del PRD, un grupo que busca entronizar a López Obrador como líder, guía y candidato de facto; otro, que pretendió dar el manotazo y pintar su raya. Ahí se quedó estacionado ese partido.
Es evidente que desde el Congreso de la Unión, existe ya una seria oposición de los legisladores de ese partido a plegarse a los ordenamientos del ex candidato y mucho menos, de la llamada Convención Nacional Democrática (CND), que decide todo a mano alzada en el Zócalo. El primer encontronazo se dio con la llamada reforma fiscal.
Los diputados y senadores desecharon un proyecto de reforma que había elaborado previamente el llamado Gobierno Legítimo y que se había articulado y publicitado a través del Frente Amplio Progresista (FAP). Los legisladores del PRD se han dado a la tarea de redactar una nueva y es la que está en la mesa de negociación.
Ahora el encontronazo viene por la reforma política, donde se vislumbra el inicio del cambio de régimen político en México, que empezaría con la supresión de la ceremonia del Informe de Gobierno y la creación de una especie de jefe de Parlamento, que en los hechos implicaría admitir desde ya el diálogo de Poderes.
El propio Pablo Gómez lo planteó durante el X Congreso Nacional de su partido. “Estamos hablando de modificar parte del régimen político, acabar con el Informe y poner como institución de la democracia el debate parlamentario, republicano, sobre el estado de la nación”.
El aprobar el párrafo Noroñezco, habría significado cerrar las puertas definitivamente a esa parte de la reforma política que busca la mayoría de los legisladores del PRD. Legalmente habrían quedado impedidos para ello.
Así, los legisladores prefirieron ofrecer disculpas, pero sin recular.
“Nosotros no queremos un debate con Calderón, no por miedo a perder el debate con él, sino porque él lo propone maniobreramente para tratar de legitimarse”.
“Pero nosotros estamos actuando en la coyuntura, respondiendo en la coyuntura, pero no estamos eliminando nuestro programa de creación de instituciones democráticas sólo porque este señor sea un presidente ilegítimo”, declaró Pablo Gómez.
“Nuestro planteamiento democrático es válido, independientemente de la ilegitimidad del señor Calderón”.
El 20 de agosto, los coordinadores parlamentarios del PRD se reunieron con López Obrador en las oficinas de éste para aclararle la confusión y el presunto diferendo. El ex candidato les pidió hacer la aclaración públicamente, en un evento de aparente unidad. Cosa que hicieron un día después.
Aparentemente, el manotazo final fue de López Obrador, pero en los hechos falta ver qué ocurrirá cuando inicie la negociación de la reforma política y se introduzca ese diálogo “republicano” entre Poderes. El hecho es que hay una ruptura y la mejor muestra del desprecio de AMLO a su partido, fue la presencia de Ricardo Monreal esa noche.
Confía PAN en ala moderada
La dirigencia nacional del PAN confió en que el ala de los moderados del PRD se imponga en la discusión sobre si se permite al presidente Felipe Calderón pronunciar un mensaje desde la máxima tribuna con motivo de su Primer Informe de Gobierno.
En entrevista, el secretario de Vinculación Social del Partido Acción Nacional (PAN), Gerardo Priego Tapia, consideró que los perredistas deben “abrir los ojos” y darse cuenta de que la sociedad quiere partidos propositivos y no de oposición sin razón.
Dijo que en el PAN coinciden con el presidente Calderón Hinojosa en que será el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el que más pierda si insiste en que el titular del Ejecutivo entregue únicamente su informe por escrito.
“A fuerza del impacto ciudadano van a tener que abrir cada vez más los ojos y percatarse de que el país demanda un PRD más propositivo; la gente inteligente del PRD se ha dado cuenta de que el hecho de que estén desapareciendo de las elecciones tiene que ver con esa retrógrada actitud”, subrayó.
El dirigente panista comentó que el PRD tiene voceros importantes que se inclinan por el diálogo, pero “el caudillo (Andrés Manuel López Obrador) sigue poniendo su bota sobre algunos de ellos”.
A pesar de eso, señaló, Acción Nacional confía en que los moderados se impongan y logren que su partido evolucione “de la vulgaridad de la pelea callejera a la parte propositiva.