Hace unos meses, en la Ciudad de México, se verificó la Asamblea Semestral Extraordinaria de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior; se atendieron diferentes asuntos, relacionados con las universidades e institutos de mayor reconocimiento en México y se escucharon dos conferencias de nivel internacional.
La primera de ellas, ofrecida por el doctor Reyes Tamez Guerra, entonces secretario de Educación Pública, resultó un informe sobre los avances de la nación en cuestiones de educación y culminó con una demostración de los pizarrones computarizados que favorecerán el aprendizaje de niños de quinto y sexto grado, en un programa denominado ?Enciclomedia?.
Este equipo educativo, sin duda, hará avanzar a los maestros en sus propósitos de enseñanza, puesto que enfocará a los estudiantes a comprender, más que memorizar. Incluye distintos tipos de juegos de asociación de ideas y conceptos, videos educativos, resúmenes de otros textos, enciclopedias y desde luego, los contenidos necesarios para enseñar y evaluar los programas de la SEP. Lo malo es que quedó pendiente electrificar las escuelas más desprotegidas.
El propio doctor Reyes Tamez aceptó, ante los rectores de México, el grave problema existente en la educación básica ?estamos en los últimos lugares de la OCDE?; esto se debe, entre otras cosas, a la insistente enseñanza basada en la memorización, cuando deberíamos abocarnos a promover la comprensión. Lo que no mencionó es que muchos de los profesores continúan con mala actitud, sin intenciones de re-aprender, amparándose en sus ?derechos sindicales?.
También asistió, a invitación de la directiva de la ANUIES, el doctor Bernard Hugonnier, en representación de José Ángel Gurría de la OCDE. Mostró un estadístico preocupante sobre la educación en México.
Nuestro país no ha avanzado en el campo, por el contrario, hemos descendido hasta ocupar los últimos lugares. Confirmó lo expresado por el secretario de Educación y citó como ejemplo a Tailandia, que ha pasado a ser uno de los primeros lugares en calidad de la enseñanza elemental gracias a dos decisiones: aplicar recursos extraordinarios y capacitar a los profesores para que promuevan la comprensión. Nosotros tendríamos que pedirle opinión a Elba Esther Gordillo.
Ofreció datos comparativos de los últimos años y demostró el avance de países ocupados en educar, conforme al análisis de la OCDE, contabilizado resultados en términos de calidad de vida alcanzada y nivel de competitividad internacional. Sólo aquellos que ofrecen una educación eficiente, pertinente, eficaz y oportuna avanzaron; otros, como el nuestro, están sumidos en la baja productividad con incremento de pobreza.
El doctor Hugonnier, se atrevió a dar su fórmula para mejorar nuestra situación general y sin contemplaciones advirtió a los asistentes que, en tanto no lográramos eficientar a las universidades con mejores programas de estudio y profesores más capacitados, conforme a las propias necesidades, no podremos avanzar. Los mercantilistas deberán invertir más y aceptar menores ganancias y todos esforzarnos en superarnos con programas de actualización profesional. ¿Lo haremos todos?
También dio cuatro ?consejos? para la posible recuperación de México: cumplir las leyes, combatiendo la impunidad y corrupción; estudio y cambios en aquellas relacionadas con la productividad y competitividad nacional ?energéticos, de comercio internacional y hacendarias?; reforma al sistema sindical de los trabajadores mexicanos, particularmente en el educativo y aplicar mayores recursos a la educación, seguridad y salud nacionales.
Lo recomendado no es nada nuevo; ya ha sido expresado en distintos foros y opinado por casi todos los expertos del tema. Sin duda el ?dedo en la llaga? duele, pero es un excelente momento para revisar y decidir lo que deseamos para México; tiempo de luchar por dejar de ser ?mal educados?.
Nos queda mucho por hacer, desde actualizar las leyes, hacerlas más eficientes, aportar recursos para el mejoramiento integral, obligando a sumarse al esfuerzo de calidad a las escuelas y hasta universidades buscadoras de oportunidades de negocio. Esta claro: la educación integral nos permitirá avanzar en el concierto internacional; es evidente que algunas instituciones de educación superior sólo aportan conocimiento sin darle orientación humanista; dicho de otra manera: tienen carreras donde los universitarios aprenden ?qué? y ?cómo? hacer las cosas, sin orientarles a comprender ?para qué? saberlas y aplicarlas. Esta crítica tampoco le conviene a los inversionistas extranjeros.
La UNAM hizo un estudio sobre actitudes cívicas en México y lo confrontó con las de otros países; descubrieron que, en general, estamos en la media mundial, aunque mostramos deficiencias en cosas fundamentales como: disposición para el trabajo, malas actitudes de género, poco respeto a la vida, desconfianza en tribunales, policías y partidos políticos y tendencia a la ilegalidad y corrupción.
También los padres de familia tenemos responsabilidad: buscar las mejores alternativas de educación para los jóvenes, aunque represente tiempo y esfuerzo extraordinario; en eso, muchos adultos estamos saliendo reprobados. Lo invito a reflexionar en el tema y actuar en consecuencia.
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