EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Consumir cantidades adecuadas de alimentos ricos en fibra, moderar los de origen animal, tomar mínimo dos litros de agua al día (ocho vasos) y realizar en forma sistemática una actividad física (correr, nadar o andar en bicicleta), ayuda a mejorar la digestión y evitar las hemorroides así como el cáncer de colon y de recto.
La mitad de las personas pueden padecer hemorroides a partir de los 50 años, y no necesariamente porque sus actividades sean las de oficinista o chofer, señaló Raúl Castillo Vargas, médico especialista en cirugía en el Hospital General de Zona No. 2 del IMSS, quien precisó que las causas principales para que se presente ese molesto padecimiento son las diarreas o el estreñimiento frecuente, no el estar sentado mucho tiempo.
Añadió que para evitarlas es vital consumir en el desayuno productos elaborados con cereales enteros, es decir con cascarilla, en lugar de los refinados, por su mayor contenido de fibra. Tortillas de maíz nixtamalizado, panes integrales o hot cakes con harina integral. Es importante el consumo diario de semillas de leguminosas, frijoles, lentejas, habas o chícharos secos, por su bajo contenido de grasas o lípidos, y su apreciable contenido de fibras y proteínas.
El especialista del Seguro Social advirtió que lo más dañino para el colon es cenar con abundancia y después sentarse a ver la televisión o acostarse, igual que consumir irritantes en exceso, como los picantes, café o alcohol.
El conducto ano-rectal se inflama, se dilatan sus venas, hay comezón, ardor, sangrado y dolor, síntomas que no siempre se manifiestan, debido a que el proceso de coagulación en el interior de los vasos sanguíneos (trombosis), hace crisis después de mucho tiempo, precisó.
El doctor Castillo Vargas indicó que las hemorroides se presentan en algunos casos excepcionales desde los 18 años de edad y que en las mujeres se manifiestan durante el embarazo o el parto, ya que son más estreñidas que el hombre.
Quien las padezca durante mucho tiempo, prosiguió, requiere de cirugía, con el manejo adecuado de los tejidos para no dañar los esfínteres (anillos musculares que controlan las evacuaciones), y con la utilización de suturas delgadas (catgut) que se desprenden por sí solas.
Agregó que por pequeño que sea un sangrado en esa zona, debe ser atendido inmediatamente, pues puede tratarse de un cáncer de colon o de recto, que detectado a tiempo puede ser tratado con éxito.
El tacto rectal, explicó, permite detectar oportunamente el cáncer que, en el sesenta por ciento de los casos, se localiza en los primeros diez centímetros a partir del margen anal. Se confirma con el rectosigmoidoscopio, aparato que permite visualizar esa región, ya que se profundiza hasta 25 centímetros, tramo donde se registra más del ochenta por ciento de los casos de cáncer de colon y recto.
En el tratamiento de hemorroides es importante evitar la automedicación con remedios caseros o pomadas que únicamente alivian las molestias pero no tienen efectos curativos y que pueden estar ocultando un cáncer de colon o de recto, por lo cual es importante una revisión médica que permita descartar o confirmar si se trata de tumor, ya que éste se manifiesta también con sangrado.
Finalmente dijo que el padecimiento es tan frecuente que se ubica como uno de los principales motivos de atención médica y de cirugía; sin embargo, por ideas erróneas, pena o pudor, la persona lo oculta, no acude al médico y solamente se automedica.
