Especialistas señalan que en este momento es difícil que se pueda lograr algún progreso en la construcción de una asociación de defensa militar más efectiva en América Latina. (Archivo)
Señala un estudio que las autoridades estadounidenses ‘están poco felices’ con las tendencias de
izquierda de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Nicaragua, Daniel Ortega.
Las “divergencias ideológicas” entre algunos gobiernos de los países de Latinoamérica amenazan la seguridad en la región, advirtió el experto en temas de defensa, Hal Klepak, en un estudio publicado en Santiago de Chile.
En el “Atlas de la Defensa de América Latina”, elaborado por la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), el analista destacó que “los miembros de la familia interamericana nos encontramos con amplias y profundas divisiones”.
El también académico de la Real Academia Militar de Canadá, donde dicta la cátedra de Historia, indicó que esas divergencias al interior de la “familia” americana “parecen decir que “aquí de familia no hay nada”.
Explicó, por ejemplo, que las autoridades de Estados Unidos “se oponen visceral y automáticamente a cualquier propuesta doméstica de reforma o iniciativas internacionales acerca de Venezuela”, como lo demostró la última Asamblea General de la OEA.
En la última cita de la Organización de Estados Americanos (OEA), que sesionó en Panamá, los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela se enfrentaron por el caso del cierre del canal Radio Caracas Televisión (RCTV) en el país sudamericano.
En esa ocasión, mientras la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, pidió a la OEA una condena a la negativa del Gobierno venezolano a renovarle la licencia a RCTV y el envío de una misión para analizar el hecho, Venezuela condenó la intromisión estadounidense en su “soberanía”.
Klepak anotó que ante la arremetida estadounidense contra Venezuela, el presidente Hugo Chávez “devuelve el favor con ataques feroces sobre el “hegemoní (que ejerce hegemonía) regional, aunque mayormente verbales”.
El experto indicó que Washington también expresa su desagrado con “la mayor parte del programa de reforma y la acción internacional” del presidente boliviano Evo Morales, a lo que éste responde con su férrea decisión de “terminar con las relaciones coloniales”.
A juicio del también asesor del Departamento Nacional de Defensa de Canadá, las autoridades estadounidenses también “están poco felices” con las tendencias de izquierda de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Nicaragua, Daniel Ortega.
A este complejo cuadro de diferencias ideológicas se suman los “recelos y desconfianzas entre otros países y el desaceleramiento” de la iniciativa que impulsa Estados Unidos para implementar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
DEFENSA HEMISFÉRICA
“Difícilmente podría, entonces, sorprendernos que este contexto se vea reflejado en un sistema de seguridad hemisférico que se manifiesta irrelevante o aún silencioso para la mayoría de los asuntos de defensa y seguridad que tienen peso en la región”, dijo.
Advirtió que Estados Unidos quisiera ver “un sistema mucho más eficiente, capaz de responder rápidamente y sin fisuras a sus necesidades de apoyo en la región y en el mundo”, lo que en su concepto no tiene eco en la región. “La mayoría de los países latinoamericanos no confía actualmente lo suficiente en Washington y en sus objetivos regionales o mundiales, como para involucrarse en iniciativas militares norteamericanas”, aseveró Klepak.
Sostuvo que “el rechazo de casi todos los Estados de América hacia políticas recientes y claves del Gobierno norteamericano hace imposible imaginar la aprobación de un sistema que podría hacer más fácil a Washington movilizar apoyo para actividades militares”.
En este contexto, dijo Klepak, “no sorprende que en este momento se pueda lograr poco progreso en la construcción de una asociación de defensa más efectiva en el hemisferio”.
El experto en temas militares advirtió que en términos económicos y políticos, “las grietas acerca de qué clase de futuro debería estar construyéndose, son simplemente colosales”.
“Por lo tanto, en el campo de la defensa y seguridad (central en el frente político) la idea de un sistema de seguridad más activo y con capacidad de respuesta es, en este momento, un anatema (maldición)”, concluyó Klepak.