La falta de pavimento y las recientes lluvias han convertido en lagunas y lodazales las calles de la colonia.
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Durante los últimos meses el sólo hecho de transitar por las calles de la colonia Independencia ha sido difícil, casi imposible. Para Apolonia Chacón llevar a su hija Ángela, de siete años de edad, a la escuela más cercana es toda una aventura, un verdadero suplicio.
Apolonia se levanta diariamente a las seis de la mañana, a las siete va camino a la tienda para comprar lo necesario para el desayuno. Agarrada de los árboles y rejas de otras casas, evadiendo -sin éxito- grandes piedras lamosas y las enormes lagunas de agua pestilente es como logra traer lo necesario a casa. Esto se ha vuelto un tormento de todos los días desde que inició la temporada de lluvias a causa de la falta de pavimento en la mayoría de las calles.
?Tenemos que atravesar el canal de San Fernando para llegar a la escuela Miguel Hidalgo, no hay de otra porque no pasan camiones y no tenemos para gastar en taxis todos los días, la niña llega con los zapatos todos sucios y a veces tiene uno que rodear porque no se puede pasar?, dice la señora Chacón.
En la colonia Independencia el panorama en este tiempo es el mismo: falta de pavimento y cordonería se traduce en grandes extensiones de lodo que sus habitantes están obligados a soportar al no tener más opción en un sector habitacional que además carece de nomenclaturas y donde las coladeras suelen estar obstruidas debido a las condiciones señaladas.
En el lugar predominan las hierbas en demasía alrededor de los lotes baldíos llenos de basura. Sin embargo los vecinos de la Independencia no cuentan con áreas verdes donde puedan jugar sus hijos. A falta de ello algunos jóvenes han improvisado unos botes recortados que cuelgan en los postes y usan como canastas de basquetbol cuando no hay lodo. Llevan varios meses sin jugar.
El camino es difícil, casi imposible en medio del agua verdosa por la calle Hidalgo y el callejón Ejército Nacional. En la calle Corregidora y la Prolongación Cuauhtémoc el cuadro a simple vista es el mismo, quizá peor. Manuel Salazar, quien vive ahí, lo confirma:
?Aquí todo el tiempo huele mal, no se puede pasar y hasta se tapa el drenaje?, afirma el hombre que recorre en su tractor largos caminos de lodo a las seis de la mañana camino a su trabajo en una parcela. Ahí mismo, justo en el momento, circula un auto, un Corolla blanco ?a vuelta de rueda?, orillándose lo posible a las partes altas de la calle.
A dos cuadras Sandra Soto advierte que esta medida la toman todos los vecinos para evitar quedarse detenidos durante horas en los charcos. ?Falta atención a las calles, sí se nos ha atascado el carro porque cada vez que llueve se inunda y dura muchos días así?.
Cuando esto sucede no hay autoridades que ayuden a agilizar la circulación vehicular, pues la señora Soto asegura que no se ve seguido a las patrullas en la colonia. ?Necesitamos que las autoridades nos pongan más atención?, acotó.
