AGENCIAS
El Cairo, Egipto.- El grupo Estado Islámico de Irak, afiliado a la red Al Qaeda, dio a conocer ayer sábado un video de la ejecución de 18 efectivos de Seguridad iraquíes, baleados en la nuca mientras estaban hincados en un campo.
El video de tres minutos de duración, colocado en un sitio en la Internet que suele ser empleado por grupos islamistas, dijo que los 18 elementos de las Fuerzas de Seguridad gubernamentales fueron asesinados en represalia por la presunta violación de una mujer sunitas a manos de integrantes de la Policía, dominada por los shiitas. La autenticidad del video no pudo ser confirmada de inmediato.
Por otro lado, el jefe de la Policía de la provincia de Salahedin, al norte de Bagdad, salió ayer ileso de un atentado con bomba, pero causó la muerte de dos de sus escoltas, informaron fuentes de Seguridad.
El ataque contra el general Hamad Names fue perpetrado al norte de la localidad de Beiji, unos 200 kilómetros al norte de Bagdad, cuando regresaba a su casa protegido por un convoy de vehículos, dijeron las fuentes.
La explosión destruyó uno de los automóviles de la caravana, indicaron las fuentes, que además revelaron que las tropas estadounidenses mataron a dos civiles en las proximidades de la ciudad de Balad, 80 kilómetros al norte de la capital.
Los militares norteamericanos, que se desplazaban en una patrulla, sospecharon que esas dos personas ocultaban una bomba cuando circulaban por una avenida en el este de esa localidad, afirmaron las fuentes, que agregaron que otra persona resultó herida en ese suceso.
Por otra parte, un supuesto insurgente iraquí fue abatido por tropas estadounidenses en una zona próxima a la ciudad de Fallujah, unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad.
El rebelde se disponía a disparar contra los soldados, señalaron portavoces policiales locales, que aseguraron que tras ese incidente los uniformados realizaron inspecciones en el área y detuvieron a 21 sospechosos de pertenecer a la resistencia.
En otra zona de Fallujah la policía iraquí halló tres cadáveres de personas asesinadas a tiros, que tenían los ojos tapados y las manos atadas.