La canciller Patricia Espinosa Cantellano viajará el martes a EU para discutir la reforma migratoria. (Archivo)
La canciller Patricia Espinosa se entrevistará con Condolezza Rice.
En medio de la discusión de la reforma migratoria, que podría legalizar a 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y del anuncio que se ha hecho del aumento de cooperación entre los gobiernos de los presidentes George W. Bush, de Estados Unidos, y Felipe Calderón, de México, la canciller Patricia Espinosa Cantellano se entrevistará mañana martes con la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, en Washington.
Ambos temas serán parte de las conversaciones que mantengan las titulares de la política exterior, que con este encuentro se habrán reunido en cuatro ocasiones en los seis meses que van de la Administración del presidente Felipe Calderón.
México trabaja actualmente con Estados Unidos la renovación y mejoramiento de un protocolo que permitirá a ambas naciones ampliar y profundizar la cooperación para combatir al crimen organizado, específicamente a las bandas de narcotraficantes.
Se espera que esta iniciativa, que prevé “un programa masivo de apoyo” y al que se le ha llamado Plan México, haciendo una similitud con el Plan Colombia, esté terminada en las próximas semanas. En Estados Unidos se espera la propuesta mexicana, incluso una lista de necesidades sobre todo en materia de equipo y entrenamiento. El Gobierno de México ha expresado en últimas fechas la importancia de la seguridad en la relación bilateral y su interés en asegurar la frontera con EU.
Por su parte, el senador Ricardo García Cervantes, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte y el perredista Tomás Torres, coincidieron en que el acuerdo migratorio del Congreso norteamericano facilitará la estancia de muchos mexicanos en el país vecino.
Vieron como un paso adelante la decisión tomada por los legisladores estadounidenses para darle una salida al problema.
Aun cuando todavía no se conoce el proyecto final, porque el Congreso de los Estados Unidos deberá de afinarlo a partir de hoy lunes, García Cervantes consideró que hay razones para que los mexicanos estén optimistas.
“Creo que podemos estar optimistas, en el sentido de que una reforma migratoria en los Estados Unidos puede de alguna manera aclarar y en algunos casos facilitar la vida y la estancia de muchos mexicanos allá”, dijo.
Sin embargo, también admitió, que otros contenidos de la reforma podrían implicar endurecimiento en la frontera y en las condiciones que tendrían que cumplir los mexicanos para permanecer en suelo estadounidense.
Por ejemplo el dar preferencia en una puntuación para calificar hacia la residencia y posteriormente hacia la ciudadanía, a cuestiones de educación formal, grados de estudios o cuestiones de conocimiento de idioma, por encima de la reunificación familiar y conservación de valores y lazos familiares, comentó el senador panista.
Informó, aunque sin precisar nombres, que varios senadores viajarán a Washington con la idea de cabildear o platicar con los congresistas que simpatizan con una reforma justa en materia migratoria.
El senador Tomás Torres, del PRD, habló de que ahora le toca al Congreso y Gobierno mexicano complementar el avance logrado, para cambiar las condiciones de pobreza que obligar a miles de mexicanos a emigrar.
Para el perredista, integrante del Grupo de Trabajo de Acercamientos con Senadores y Representantes de Estados Unidos, el anuncio de los vecinos del norte, es de gran relevancia para México, en términos de proximidad geográfica e influencia en la actividad económica, por el envío de remesas.
Se resguardan mexicanos ilegales en iglesia de EU
Una redada federal contra inmigrantes ilegales provocó que centenares de mexicanos que trabajan en el noreste de Ohio se refugiaran en una parroquia católica.
Unas 400 personas se ocultaron el sábado en el sótano de la iglesia de Santa María luego de los arrestos de inmigrantes ilegales del viernes, muchos de ellos en esa ciudad ubicada a unos 50 kilómetros (30 millas) al este de Cleveland.
Para el sábado por la noche, la mayoría de las personas había dejado el templo, sintiendo que ya estaban a salvo.
“Estamos asustados”, dijo Guadalupe González, de 36 años, sentado con su esposa y dos hijos al tiempo que sostenía un rosario. “Pueden detenerme y enviarme de regreso a México”.
Activistas en la comunidad hispana en el condado Lake dicen que fueron arrestadas unas cien personas, pero un portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas dijo que se detuvo a 24.
“Los agentes federales tenían una lista de personas a arrestar, dijo el sargento de la policía de Painesville, Dan Waterman. Fueron a los domicilios de las personas en la lista, pero también arrestaron a otros inmigrantes ilegales que encontraron.
Una marcha el sábado en el ayuntamiento de Painesville atrajo a unas 200 personas, que condenaron las redadas. Los participantes llevaban banderas mexicanas, estadounidenses y carteles que decían: “¡No pueden deportarnos a todos!”.