Al hablar de rock mexicano difícilmente ubicamos al género antes de los mediados de los años 80, así que comentar sobre todas esas bandas de Avandaro prácticamente nos resulta pisar terreno pantanoso por ser poco estudiado en el norte del país y sólo conocido por gente del ámbito musical del Distrito Federal.
Claro está que sabemos de los hoyos fonqui, la represión al rock en los años 70 y el eterno batallar de sus trovadores como Jaime López y Rodrigo González (R.I.P), ambos Tamaulipecos.
El punto es que para mí el rock mexicano como tal, existe desde 1986-87 a la fecha, y negar que mucho tiene que ver la apertura que se le dio en la radio y televisión sería necio, anexado a la cabida que tuvo en el medio nacional de música comercial el rock-pop español y sudamericano, y el famoso movimiento, obviamente de tintes mercadológicos, Rock en tu Idioma.
Sin comentar de grupos hispanos extranjeros creo que estos años son las raíces de lo que vendría en el primer lustro de los 90. Se encuentra Neón, Los Amantes de Lola, Kenny y los Eléctricos, Botellita de Jerez, Bon y los Enemigos del Silencio y por supuesto Caifanes, todos estos ya con por lo menos un álbum en el mercado.
Pero para los años 1989-1992 vemos el nacer discográfico de un sin fin de bandas como Maldita Vecindad, Fobia, Café Tacuba, La Lupita y Cuca, siendo todos, y los recalco, absolutamente todos los discos debut de estas cinco bandas en particular, sencillamente maravillosos, ya que son creativos y con letras que van desde lo humorístico, lo incorrectamente político y transgresoras hasta lo poético y emotivo, dependiendo del grupo claro está, pero teniendo en común letras inteligentes, algo que lamentablemente escasea, si cabe el término, en un sin mar de discos debuts de cientos de nuevas bandas mexicanas, que parece que sólo escogen de dos sopas, una sosa pseudo-rebelde estilo happy punk, o la otra, pretencioso emo experimental.
Bueno, me exhibiré nostálgico por considerar esta época la mejor del rock hecho en México, y aunque haya coincidido con mis años de secundaria y preparatoria, parece que la historia le da su lugar como los mejores años del rock nacional, aunque claro está que tiempo después haya nacido Molotov o si quieren hasta Zoé, y que existan bandas de fecha de nacimiento reciente que tienen música de propuesta pero que lamentablemente varias de ellas son escasamente difundidas, pero la verdad dudo mucho que exista otro material como El Silencio, un Leche, y mucho menos un Re, pero no hay que ser exigentes porque ni sus creadores lo van a poder superar (bueno, Caifanes ya ni existe).
En todo este asunto de la historia de los últimos 20 años del rock nacional merece su lugar Real de Catorce (que interpretan más bien una fusión que es más blues que rock), La Barranca o Zurdok, y las propuestas colectivas de Jaime López y José Manuel Aguilera.
Tal vez si somos muy exigentes el Ska y el Surf son las propuestas más llamativas de años recientes y la de aquellos que saben fusionar la electrónica con su propuesta personal sin caer en un sonido snob.
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