Su Majestad
El tiempo ubica a cada cual en su lugar, o en este caso, a cada banda en el suyo. Con la perspectiva que da el correr de los años da la sensación que los Beatles son cada vez más grandiosos e inmortales, pareciendo ser que su punto de referencia o comparación más cercano no son ni los Stones, Floyd o Zeppellin, ya que ese honor cada día que pasa en este mundo le pertenece cada vez más a Queen, o por lo menos así lo consideran críticos de rock y melómanos, sobre todo británicos, y en lo personal cada vez estoy más convencido de compartir la misma opinión, o por lo menos, cuando pasan más los años más me gusta Queen.
No deseo escribir sobre la biografía de la ‘Reina’, sólo quiero disfrutar en mi mente de ese coro de Under Pressure, con Bowie y Mercury cantando a dúo; para mí, eso es arte y es cuando uno tiene que agradecerle a Dios de que existan los genios y que éstos trabajen juntos, claro, aunado a la línea de bajo más famosa de la historia de la música contemporánea cortesía de John Deacon como apertura y final de la pieza.
Pero ¿dónde está la magia de Queen?, en que fuera de las canciones de la banda que forman parte del soundtrack de la cultura occidental, ustedes ya saben We Will Rock You o la ya acuñada a la cultura de los deportes profesionales We are the Champions, encontramos desgarradoras canciones de amor como la melódica pieza a piano Love of my Life, o las operísticas Somebody to Love y The Show Must go On, la irónica Another One Bites the Dust”, que puede hablar o no de la heroína o ser simplemente una metáfora de las caídas por las que pasa todo ser humano en su vida, la sincera You are my Best Friend, el riff hardrockero de Bryan May para su pieza Son and Daugther, la acelerada Stone Cold Crazy, la divertidas Radio Ga Ga o esa broma musical (¿o era seria y no le entendí?) de la pieza principal del soundtrack de Flash Gordon, pero sobre todo, o el fetichismo en I’m in Love with my Car, canción de verdad de un gran sentimiento entre hard y grunge.
Bueno todo moldeado por la constante exploración musical de Freddie Mercury y a su escuela forjada en la ópera y la música de cámara, aunado a tres músicos excelentes, que aunque suene a comentario gratuito, tal vez en ninguna otra banda de la historia, omitiendo los grupos All Star y a The Who, cada uno de sus integrantes sean verdaderos maestros no sólo de sus instrumentos, sino también de la composición musical. Otro aspecto es Queen en vivo, encontrando su legado en el mítico Wembley, como pocos grupos para conectarse a una auténtica multitud. De Bohemian Rhapsody creo que ya todo está escrito.
luisdemetriomoreno@hotmail.com.
Posdata: Felicito al ICOCULT por promover el rock lagunero y suerte para el evento Rock Fest Coahuila 2007.
