No son calabacitas tiernas
El mencionar Smashing Pumpkins nos remite a los años 90, y obviamente a música de rock alternativo, pero al tratar de analizar un poco más nos damos cuenta que los grupos más afamados de esa llamada corriente alternativa son de Seattle con su sonido grunge, o bien podían ser ingleses como Radiohead, lo cual ya marcaba otra pauta musical, y bueno, el ser del medio este de Estados Unidos y de Chicago, la tercera ciudad más importante de país, seguro hace ver las cosas con una perspectiva única.
Estas calabacitas hicieron su debut con el disco Gish en 1991 producido por Butch Vig (Nirvana, Sonic Youth), no tuvo mucho éxito y el grupo parecía ser otro más que diría hola y adiós en la rotación de MTV. Para 1993 me acuerdo bien de ver en la madrugada un video medio surrealista de un vendedor de nieve, muy al estilo estadounidense, con su carrito blanco, en la cual le da “raid” a tres personas y al final del video agarran unas cubetas de pinturas y hacen del carrito todo un collage, esa canción se llama Today y creí que era divertida, pero nada más.
No pasaron muchos días para que apareciera en el famoso canal de videos Disarm, una canción lenta y emotiva cuya letra mencionaba “el asesino en mí es el asesino en ti” acompañado de imágenes en blanco y negro con tomas mutiladas en primer plano de los integrantes, ¡genial!
El disco de donde surgieron estas canciones es Siamese Dream y los Smashing aparecían ante el Mainstream. Los críticos no tardaron mucho en darse cuenta que su música era guiada por un líder de estilo muy poco común, Billy Corgan, quien grababa guitarras y bajo en los discos, relegando al andrógino guitarrista de origen asiático James Iha, y la siempre indiferente bajista D’arcy Wretzky a un segundo plano, situación que siempre marcó malos entendidos y tensión en la banda.
Por otro lado Corgan sabía que instrumentalmente el grupo contaba con un mina de oro, Jimmy Chamberlin, uno de los grandes bateristas que dio el rock en los años 90, que al iniciar con el grupo no sabia mucho de rock y sólo era un extraño joven que, contrario a la mayoría de la gente de esta edad, creía que el jazz era el único género musical que valía la pena tocar y escuchar.
El Mundo es un Vampiro, con esta frase Corgan marca el sentir universal de la humanidad a mediados de los años 90, Smashing Pumpkins lanza al mercado el álbum tanto comercial como artístico más afamado de rock de 1995, la placa doble, Mellon Collie and the Infinite Sadness, en donde la frase arriba mencionada es el inicio de la letra Bullet With Butterfly Wings.
Las piezas musicales 1979 y Tonight Tonight son un éxito en la radio y el pretencioso álbum doble de 28 canciones termina por ser una muestra de que los discos dobles todavía se podían realizar. Por desgracia Chamberlin sale del grupo después de que él y el tecladista de la gira, Jonathan Melvoin, tuvieran una sobredosis de heroína en donde el músico de acompañamiento no sobreviviera.
El grupo se convirtió en trío y grabaron, o mejor dicho, Billy Corgan grabó el desafortunado álbum Ava Adore en 1998. Ya para el año 2000 lanzan al mercado su penúltimo Larga Duración Machina / The Machine of God, disco en donde retorna Chamberlin y que marcaba decentemente un despido temporal con piezas como la poderosa The Everlasting Gaze, con ideología de Nietzsche, o la conmovedora Try Try Try. Los problemas internos continuaron y D’arcy deja el grupo y el bajo lo toma la muy sensual canadiense Melissa Auf der Maur. Al final de 2000 el grupo se desintegra oficialmente, aunque para mediados de julio se espera su retorno con el álbum Zeitgeist, en donde de los cuatro miembros originales nada más están Corgan, obviamente, y Chamberlin. Sólo nos queda esperar o lanzarnos a Europa para escuchar el nuevo material en su actual gira. http://disfrutandodelsonido.blogspot.com/ luisdemetriomoreno@hotmail.com
