Mecano
Al enterarme de la noticia de que el musical Hoy no me Puedo Levantar va a estar en Torreón no me convierte en el ser más feliz del universo, pero se aproxima a mi estándar de felicidad. La verdad odio los musicales, ah… pero la cosa cambia cuando el musical está basado en las melodías de Queen o Los Beatles, o en su caso Mecano, y el guión en las letras de las canciones, que en los grupos mencionados es el polo opuesto a las letras estultas y correctas en las que se encuentran basadas la gran mayoría de los musicales, entiéndase los que produce Televisa.
Bueno, no soy experto en teatro ni en musicales, pero algo sé de Mecano, un grupo de pop basado en sintetizadores gracias al genio musical de dos hermanos con personalidades opuestas y que contaran como intérprete de sus canciones a una mujer de imagen andrógina amante de los diminutos trajes de piel (Ya saben quién es).
Lo interesante es que Mecano comenzó al inicio de los años 80 con cierto sonido new wave que no era londinense o de Manchester, sino madrileño y postfranquista.
Nacho, el más joven de los hermanos Cano, compone en un principio letras al parecer divertidas e irónicas, odas al sexo y a los psicotrópicos por el simple placer que éstas causan, como quien dice hedonismo puro.
La trilogía inicial de la carrera de Mecano la componen los discos Mecano (1982), ¿Dónde Está el País de las Hadas? (1983) y Ya Viene El Sol (1984).
Si Nacho había compuesto en esta trilogía piezas como Hoy no me Puedo Levantar o Barco a Venus, su hermano mayor, José María, empieza a despegar como un músico al parecer más introspectivo y algo surrealista con canciones como Aire o Hawai Bombay.
La segunda trilogía marca los mejores discos del trío y probablemente de todo el pop en nuestro idioma, si es que nos vemos forzados a clasificar a Mecano en un género.
Entre el Suelo y el Cielo (1986) es conocido por un José Maria Cano que compone a la maternidad en la oscura Hijo de la Luna, a los amores perdidos (temática obligada en sus letras) en Me Cuesta Tanto Olvidarte o la historia de crimen pasional Cruz de Navajas.
Nacho, contrario a su hermano, rechazó al pasado en la liberadora Ay, que Pesado. Para el quinto álbum Descanso Dominical (1988) Nacho aborda la homosexualidad en Mujer Contra Mujer, mostrando que él también, como su hermano, puede hacer arreglos musicales no tan festivos y así crear sensación al escuchar letras serias, aunque su marca es muy clara en canciones como Los Amantes y Un Año Más.
El sexto y último álbum, bautizado como Aidali (1991), es un disco casi perfecto, con todo y referencia budista cortesía de un Nacho Cano que experimentaba nuevos horizontes, o por lo menos trataba.
De Nacho precisamente encontramos 1917, pieza instrumental que nos remite a la Rusia bolchevique, El peón del Rey de Negras, que es la crítica más divertida dentro de una canción al totalitarismo y a la creencia de falsas revoluciones, El 7 de Septiembre, que en lo personal tiene un significado especial porque esa es la fecha de mi cumpleaños. José María vuelve a ser el que lleva un crédito como letrista mayor que el de su hermano. De él encontramos canciones como Naturaleza Muerta, que es una desgarradora pieza trágica de amor de tintes míticos y fantásticos (qué insulto es escuchar En el muelle de San Blas a cargo de Maná).
Una Rosa es una Rosa, flamenco que nos recuerda que no sabemos darle el valor al amor hasta que se pierde, y Tú, melodía con letra y música directa y cruda. En 1998 es el último vistazo del trío a la industria discográfica, con el álbum doble recopilatorio Ana José Nacho, con siete canciones nuevas, donde encontramos una soberbia pieza titulada Esto no es una Canción, en donde se narra lo que es probablemente la adicción al hachis de parte de José María.
Actualmente Nacho Cano maneja el musical de Hoy no me Puedo Levantar mientras su hermano José María parece ser que poco le interesa lo que representó Mecano y la relación con su hermano. De la famosa vocalista siempre estará presente en el mainstream hispano, aunque sin los hermanos Cano, Torroja musicalmente está perdida.
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