Un brindis por Tori / American Doll Posse
Existen momentos muy especiales que son para celebrar o disfrutar acompañados de alguna bebida dependiendo de la ocasión.
No solamente las cenas o el observar eventos deportivos son merecedores de acompañarse con tales. Si va a ver el futbol pues tome cualquier cerveza, pero si su equipo favorito de la NFL llega al Superbowl yo que usted mínimo tomaría Guinness.
Ahora usted puede leer cualquier libro sin necesidad de tomar una gota de alcohol (tampoco se trata de promover la tomadera), pero ¿acaso no ha leído un libro acompañado de una copa de buen vino tinto?
Existen libros que lo ameritan, de la misma manera que el escuchar a la mejor compositora de una generación mostrándonos a los 44 años, lo que es crear música madura, volátil, transgresora e inteligente.
Lo mismo que viene haciendo desde hace 15 años. Tori Amos acaba de lanzar al mercado su álbum American Doll Posse, donde cinco personajes distintos crean e interpretan su propia música, es decir, las canciones del disco son cantadas por cinco mujeres distintas, todas con referencia a divinidades griegas y romanas en su concepción, con diferentes personalidades y pasado.
Mientras que para cualquier otro músico esta idea de problemas de personalidades múltiples sonaría bastante pretenciosa, en el caso de Amos resulta un recurso perfecto en donde cada una de ellas, Santa, Clyde, Isabel, Pip (mi favorita) y Tori, quien también resulta ser otro alter ego, parecerían realmente crear música y letra de acorde a su psique, o por lo menos esa es la idea.
Santa es una femme fatale con martini en la mano quien interpreta la perversa melodía You Can Bring Your Dog, al igual que Dragon, canción donde nos adentramos en el sentir femenino ante las mentiras.
Clyde es la muchacha confundida de aparente espíritu libre del que todos nos enamoramos en la carrera, quien nos regala la esperanzadora Bouncing Off Clouds.
Isabel es la artista conceptual, interpreta Almost Rosey, canción 100% Tori Amos, con letra ambigua sobre el amor, a la par que nos regala Dark Side Of The Sun, donde se reclama sobre cuántas vidas y el amor de una mujer se tienen que perder sobre una enferma promesa de cielo, entre otras connotaciones bíblicas que son bien conocidas por la hija de un predicador como el caso de Tori Amos. Pip lleva un espíritu rebelde, con música visceral en Teenage Hustlig, auténtica rabia adolescente en la edad adulta, con Santa canta a dúo Body and Soul, donde el cuerpo y el alma son ajenos a la Iglesia, aunque quizás su pieza más aterradora sea el fantástico dialogo de Smokey Joe, digno de Edgar Alan Poe.
Por último tenemos a Tori siendo algo así como Tori Amos, para muestra esta el sencillo Big Wheel, con todo y música un poco carnavalesca y la poderosamente trágica Father’s Son, en donde el odio es plantado como una semilla en una mente aún inocente.
En total son 23 canciones las que componen American Doll Posse, un álbum que le sacude a uno el espíritu y que merece escucharse en la intimidad, con una copa de vino y con los ojos cerrados. Tori Amos parece que jamás envejecerá y que será, gracias a la emotividad de su música y letras, por siempre la hada pelirroja más venerada que haya existido en la historia de la cultura pop.
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