Bjork / Volta
Imaginen una isla no muy grande, más o menos del tamaño de Irlanda, en algún punto intermedio entre Groelandia y la parte céntrica norte de los países escandinavos, en esa peculiar latitud del planeta está Islandia, una isla de hielo, tal vez el país más peculiar de la tierra, en donde sus poco más de 300 mil habitantes cuentan con Internet, están alfabetizados y no pasan hambre.
Físicamente sus rasgos son únicos, similares a los esquimales Inuit de Nunavut en Canadá, y su capital, Reykjavík, es la más septentrional del mundo, la que se encuentra más al norte pues.
La arquitectura de esta ciudad no es occidental, ni oriental, ni nada que se les parezca, más bien parece creada por diseñadores de videojuegos de los 80. Durante el verano existen días enteros que no anochece y en el invierno sólo reciben cuatro horas de Sol.
En este ambiente frió, ajeno del mundo y desarrollado económica y tecnológicamente con un manejo social y político casi perfecto, se debe desarrollar una psique muy peculiar entre sus habitantes, y si a esto le aunamos el choque cultural que ha de ser para ellos el tratar con el resto de la humanidad y un sin fin de ineptitudes que le han de encontrar, ya no parece tan inverosímil que exista Björk.
Volta es su más reciente producción musical, su sexto disco, cuenta con diez canciones, de las cuales sonó muy fuerte en el verano Earth Intruders, electrónica tribal que no podía sonar más contemporánea, o por lo menos si dentro de 100 años alguien preguntara cuál era el sentir de la humanidad en el 2007, sólo tendría que escuchar esta canción, sin necesidad de ningún libro de historia.
Volta se presentó en Abril en el festival Coachella y en mayo en Satuday Nigth Live, siendo de impacto inmediato dentro la cultura pop, marcando el regreso de una de sus protagonistas principales y dictadora de sus reglas y de su estética. Earth Intruders es la canción que marca el grito de Björk a la humanidad, pero no es la única, porque también se encuentra Declare Independence, donde Björk proclama, de manera subjetiva, la búsqueda de la independencia y la protección de la misma, pero… ¿de qué clase de Independencia se refiere?, cada escucha lo dirá mientras crea su propia bandera y la ondea como recomienda Björk en esta pieza de corte minimalista industrial creada por los sonidos de esa nueva maravilla musical conocida como Reactable, tal vez el instrumento musical, si así se le puede llamar a unos cubos, que marcara el sonido del rock and roll en los próximos años.
Volta cuenta con la colaboración de Timbaland en la producción de tres piezas, y de canciones conmovedoras como Dull Flame of Desire y My Juvenile, cantada ambas a dueto con Antony Hegarty. En conclusión sobre Volta puedo decir que es muy bueno en todo su conjunto y ninguna pieza desmerece, y es una buena respuesta para todos los fans de la islandesa que habían rechazado su muy peculiar visón musical del álbum anterior, el intimista y vocal Medulla.
Sólo queda esperar ver a Björk en el festival Sonofilia en Barranca de Huentitán, en el municipio de Zapotlanejo en Jalisco, en medio de un bosque llamado el Aguacate, el próximo ocho de diciembre, lo cual se agradece, en primera porque es en un espacio abierto y área verde, y en segunda nos demuestra que no todo en este país en conciertos de músicos internacionales tiene que girar alrededor de México D.F. y Monterrey.
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