Piratería, Internet y Rock and Roll
Ya se que es un tema demasiado comentado el de la piratería, pero la verdad siempre apasiona en el momento de alguna charla, ya que cada quien tiene su visión sobre la misma, el porque existe o debe de existir, la tiranía de las disqueras, el gandallismo como parte de la naturaleza humana, etc, etc.
Todavía recuerdo en 2000 cuando Napster estaba de moda y el boom del mismo, similar al youtube de nuestros días. Resulta increíble que en aquellos años se realizara un juicio legal contra Shawn Fanning, creador de Napster que contaba apenas con 19 años de edad, por parte de las disqueras, con todo y Metallica como demandantes, lo que provocó un cuestionamiento por demás lógico: ¿qué tiene de ilegal el hecho de intercambiar archivos, en este caso en formato MP3, por Internet, cuando esta forma parte de su propia esencia?
Después de todo Napster era un servidor gratuito y cuando se cerró este afloraron varios programas de intercambio gratuito de archivos MP3 por toda la red. ¡Oh!, gran problema, el Internet es un ente todopoderoso e invencible.
Después vino la idea de vender canciones por la red a precio de 99 Centavos de dólar americano, pero… ¿quién lo hace cuando las canciones son gratis gracias a los programas de intercambio?
Los grupos de rock, sobre todos los que empezaban carrera, no tardaron en darse cuenta que el intercambio gratuito de canciones era la forma propicia de darse a conocer sin andar rogando a las disqueras y abrazaron la idea, así que pronto nació myspace, con el éxito que ya conocemos y que provoca que hasta ahora nos resulta imposible imaginar una banda del establishment sin su myspace.
Aquí viene el cuestionamiento moral o ético, ¿al bajar canciones por Internet estoy robando?, eso ya depende de la mente de cada quién, pero la verdad como músico me encantaría que me pagaran mi trabajo y no lo vendieran a diez pesos el CD en la Hidalgo, pero como consumidor de música quisiera que los discos no valieran mas de 100 pesos.
Grabar una banda o cualquier músico es trabajo, tiempo y esfuerzo que debe ser remunerado, más el dinero que se invierte en promoción y marketing, entre otros detalles, parece darle razón a las disqueras, pero cuando un material discográfico, considerando estos factores, en realidad vale, por decir 70 pesos, y te lo venden en 230, pues también por ese lado no se vale.
Yo tengo la idea de que existe un punto exacto de equilibrio en este asunto para ciertos músicos o bandas.
Si yo soy fan de Led Zeppelin, pues la verdad sí conseguiría mercancía de grabaciones no oficiales, es decir que no forman parte de catalogo oficial de la disquera, como sesiones de estudios, demos o algún concierto perdido que se distribuya en Italia o en España, pero resultante aberrante y hasta insultante para un fanático tener piratería de esta banda con respecto a lo que existe oficialmente en el mercado, lo justo y necesario es tener los materiales originales, ¿por qué? Por respeto ha quien me ha ofrecido el placer espiritual que me crea su música.
Para el que no es fanático de tal o cual banda no le importa comprar piratería o bajarla por Internet, y aunque nos consideremos melómanos y sepamos apreciar el trabajo de un artista o el valor estético del diseño grafico de un booklet, si no somos fan lo vamos a bajar por Internet o conseguir alguna copia, y esto lo hacemos todos.
El dinero está en los conciertos, y para los que se saben que su trabajo es valorado por un cierto grupo de fanáticos, podrán presumir que también en sus ventas discográficas, pero son los menos.
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