Existen en San Lázaro oficialmente 18 comisiones especiales y de investigación, más los centros de estudios, los comités y los grupos de amistad -de intercambio diplomático con el resto del mundo. (Archivo)
La productividad legislativa se desdibuja ante la carga de comisiones que tienen los diputados federales.
Señalan que atender comisiones impide la especialización y los consensos para obtener reformas legales importantes.
En el estudio El Sistema de Comisiones Permanentes en el Congreso Mexicano, entregado a todos los legisladores como lectura básica de su trabajo legislativo, se expone que la carga de trabajo que ocasiona el atender en promedio tres comisiones ordinarias (de 45 oficialmente establecidas) impide la especialización y los consensos para obtener reformas legales importantes.
Es San Lázaro hay 45 comisiones ordinarias, el número se ha incrementado ante la necesidad de los partidos por pagar y obtener “cuotas” , es decir, que los grupos de trabajo interno se adaptan a la negociación partidista de cuántas y quiénes las presiden.
Además, existen oficialmente 18 comisiones especiales y de investigación, más los centros de estudios, los comités y los grupos de amistad -de intercambio diplomático con el resto del mundo.
Hay diputados que tienen hasta cinco o seis encargos, y otros ninguno, como es el caso de algunos coordinadores parlamentarios o de los integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara Baja.
El documento cuestiona la influencia y el peso político de los líderes de las bancadas, quienes impiden la independencia del trabajo en comisiones.
“¿Por qué a pesar de tener un sistema de comisiones permanentes no se tradujo en independencia y especialización en el Legislativo? La no-reelección que hay en México limita incentivos para la especialización y el desarrollo, ya que durante la hegemonía del PRI había incentivos para delegar al Ejecutivo” , explica el documento.
El texto signado por la Fundación Humanismo Político señala que una prioridad en el trabajo legislativo, en cualquier parte del mundo, es la capacidad de hacer una contribución independiente o competir con el Ejecutivo, en el estricto sentido de significar un equilibrio de poderes.
Para ello, “la característica distintiva es el sistema de comisiones estables e independientes, que promueven especialización y desarrollo de capacidades” .
Incluso, la Fundación explica a detalle la diferencia entre un parlamento con legisladores independientes y uno con cortes sólo partidistas.
“Las comisiones permanentes tienen una composición estable, una jurisdicción predeterminada, incentivos a especialización y grado máximo de delegación; las comisiones ad hoc son integradas y presididas por legisladores electos por líderes de partidos, se disuelven tras completar misión de tiempo, no tienen ni ganan jurisdicción”, apunta el documento.
Líderes en el Congreso reciben vigilancia especial
Los principales políticos de la Cámara de Diputados son vigilados día y noche de cerca por elementos de resguardo, de acuerdo con datos del órgano legislativo.
Son los coordinadores parlamentarios, los tomadores de decisiones en San Lázaro, quienes incluso son identificados con claves especiales y de quienes se lleva un registro pormenorizado de sus entradas y salidas, además de que cuentan con elementos asignados a su cargo.
Así, a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Elena Álvarez (PAN), antes Jorge Zermeño, ahora embajador de México en España, se le conoce como “Diamante”.
Mientras que al coordinador del Revolucionario Institucional y presidente de la Junta de Coordinación Política, Emilio Gamboa Patrón, se le identifica como “Gama 1”.
Los demás coordinadores también se llaman “Gama” con el número consecutivo hasta llegar a la coordinadora de Alternativa, Marina Arvizu, “Gama 8”.