Los precios por una operación oscilan entre los 70 mil y 100 mil pesos.
El tener 40 kilos o más arriba de nuestro peso representa un gran riesgo para la salud. Si el intentar bajarlos con dieta y ejercicio parece misión imposible, ya hay una operación que tiene 95 por ciento de efectividad, no deja enormes cicatrices y con la que el paciente se recupera en tres días.
Se trata de la cirugía con banda gástrica ajustable. Consiste en una faja que, puesta en el estómago, lo hace más chico y evita que la persona continúe comiendo porque ya no le cabe más alimento.
Hasta hace unos años, este método sólo existía en Estados Unidos, pero ahora, el Centro de Cirugía Para la Obesidad, con sede en Monterrey, Nuevo León, cuenta con dicha tecnología. El médico cirujano Roberto Rumbaut es el único mexicano que opera con ayuda de un robot.
La cirugía de banda gástrica con laparoscopia dura al rededor de tres horas. Con la ayuda del robot, este tiempo puede reducirse. Se hacen de tres a cinco incisiones pequeñas, con lo que se evitan esas grandes cicatrices.
Dado que es un trabajo muy especializado, no cualquier lugar puede lograr una operación con éxito. Es necesario que para cualquier cirugía de este tipo, el paciente verifique que sea atendido en un centro de excelencia y por un profesional.
La tecnología usada, los altos costos de la maquinaria (millón y medio de dólares) y el trabajo de los médicos hacen que la colocación de una banda gástrica no sea nada barato. Los precios por una operación oscilan entre los 70 mil y 100 mil pesos.
Los no aptos para esta operación son pacientes con reacciones al material de la banda, personas que consumen drogas o alcohol en exceso, y aquellos a los que se les ha quitado el colon.
Última alternativa
"Vivimos en un país en vías de desarrollo, pero con índices de obesidad de primer mundo", afirmó Rumbaut. Pensando que México es un país donde la mayor parte de la población no vive en la abundancia parecería difícil de creer, pero es una realidad.
Por ello, aseveró el médico, es una fortuna que se cuente con una Norma Oficial Mexicana que indica el tratamiento quirúrgico para pacientes con el grado de obesidad requerido y en especial con enfermedades asociadas como diabetes, hipertensión y alto colesterol.
Es decir, que si alguien tiene estos padecimientos, puede recurrir a una instancia médica para que lo atiendan, ya que es considerada una enfermedad con consecuencias letales.
El médico subrayó que existen varias formas quirúrgicas para bajar de peso, entre ellas el "engrapado" de estómago y el bypass gástrico, pero sólo la banda es reversible y ajustable, por lo que se adecua a las necesidades del paciente o incluso puede retirarla si así lo desea. "No hay una cirugía mejor que otra, cada quien elige la que va de acuerdo con lo que quiere", dijo el especialista.
Sin embargo, una intervención será siempre la última opción. Aunque es un objetivo que pocos logran, lo recomendable es tratar de bajar los kilos de más con dieta y ejercicio. Rumbaut comentó que hay cientos de pacientes que logran bajar sin operación, pero dentro de millones que lo intentan. "Arriba de un índice de 40 kilos extra, las posibilidades de bajar con métodos naturales, sin cirugía, son casi de 1 por ciento".
Una tendencia alarmante que se ha dado con el tiempo es el aumento de la obesidad entre los jóvenes. El médico ha operado a 5 mil pacientes, 85 por ciento mujeres y 15 por ciento hombres, de los cuales el rango más común de edad estuvo entre los 25 y 30 años.
"Existe una tendencia a operar gente cada vez más joven, que llegan con 30 o 40 kilos de más. Ya hemos intervenido a pacientes de 13 y 15 años", apuntó Rumbaut.
El sobrepeso es la primera señal para atender el problema. De no actuar a tiempo, se llegará a la obesidad, que se clasifica en varias etapas. El experto expuso que arriba de 25 kilos se habla de un problema de sobrepeso, arriba de 30 de obesidad moderada, más de 35 de obesidad severa y después de lo 40 kilos se le conoce como obesidad mórbida. "En este último paso ya es casi indispensable una cirugía, pues, las posibilidades de morirse por algo relacionado con la obesidad son de 99 por ciento".
Pese a lo maravilloso que puede ser una operación para achicar el estómago, nada está garantizado 100 por ciento.
No obstante, es una oportunidad con mayor índice de éxito que cualquier otro tratamiento contra la obesidad. "De los pacientes que hemos atendido, más de 95 por ciento ha quedado satisfecho", concluyó Roberto Rumbaut.