La demanda de productos agrícolas para producir energéticos generó un vuelco en el mercado, la OCDE prevé incrementos constantes hasta 2016. (Archivo)
El nivel elevado en los precios agrícolas se debe a problemas de sequía pero también a la demanda para producir biocombustibles
EFE
París, FRANCIA.- Los precios agrícolas se mantendrán de aquí a 2016 por encima de sus niveles históricos de equilibrio, según la OCDE y la FAO, que en su informe anual de Perspectivas de la Agricultura revisan al alza sus proyecciones a causa en gran medida del tirón para cubrir la demanda de biocarburantes.
“El crecimiento de la demanda de los productos agrícolas como materia prima energética constituye un vuelco de la situación respecto a la que prevalecía anteriormente en los mercados”, señalan en su estudio divulgado ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El “nivel elevado” actual de muchos productos agrícolas se debe en gran medida a “factores de carácter puntual”, como la sequía en algunos centros de producción, pero hay otros elementos que también han influido, como la emergencia de los biocarburantes, la creciente demanda de ciertos países emergentes y la reducción de las subvenciones para mantener los precios, señalan.
Aunque indican que “nadie sabe si las bioenergías tendrán un efecto estructural duradero en los mercados agrícolas”, aventuran que se dedicarán crecientes volúmenes de maíz en Estados Unidos, colza en la Unión Europea y azúcar en Brasil para producir etanol o biodiesel.
El caso de Brasil es el más predecible y se calcula que en 2016 la producción de etanol será de unos 44 mil millones de litros, un 145 por ciento más que en 2006.
La OCDE y la FAO reconocen que la subida de los precios agrícolas por efecto de la demanda de biocarburantes “es problemática en particular para los países en desarrollo importadores netos de alimentos y para las poblaciones pobres de zonas urbanas”, además de que encarecerá los costos para los ganaderos que tienen que comprar materia vegetal para sus animales.
Por tipos de productos, estiman que los cereales se mantendrán a un precio “sensiblemente superior” a los del último decenio por la subida de la demanda en los países en desarrollo y la producción destinada al etanol, y algo similar ocurrirá con el arroz.
En el caso de las oleaginosas, sin embargo, tras un nuevo incremento esperado para este año, sus precios deberían retroceder “progresivamente a medida que la oferta y la demanda se equilibren”. La carne de vacuno caerá y sólo se recuperará “ligeramente” en los últimos años del periodo de la previsión, mientras la de porcino aumentará hasta 2009 para estabilizarse a partir de entonces y la de ave tendrá una evolución similar, aunque el alza se prolongará algo más antes de estancarse.
En cuanto a la leche, los precios mundiales que han estado subiendo en 2006 y 2007 por las reformas del sector se mantendrán “a su nivel elevado” hasta 2016.
El crecimiento anual de la demanda en el periodo 2007-2016 será del 0.8 por ciento para el trigo, del 0.9 por ciento para el arroz, del 1.2 por ciento para los cereales secundarios, del 1.9 por ciento para las oleaginosas, del 1.5 por ciento para la carne bovina, del 1.7 por ciento para la ovina, del 1.9 por ciento para la de ave, del 2.5 por ciento para el aceite vegetal y del 1.8 por ciento para el azúcar.
Uno de los puntos destacados del informe es el “sorprendente” incremento del peso específico de Brasil y Argentina como grandes países exportadores de productos agrícolas de aquí a 2016.
En el caso argentino sobre todo por los cereales y productos lácteos y en el brasileño por el azúcar, las oleaginosas y la carne.
También aumentarán su relevancia como exportadores otros países en desarrollo como Rusia y Ucrania para los cereales, Vietnam y Tailandia para el arroz, Indonesia y Tailandia para los aceites vegetales y Tailandia, Malasia, India y China para la carne de ave.
Paralelamente, ante las expectativas de una fuerte progresión de la demanda de carne en China, este país se convertirá en el primer importador de orujo de cultivos oleaginosos y se reforzará como comprador “número uno” en aceites y granos de oleaginosas, con casi el 50 por ciento del total mundial.
En términos generales, los mercados agrícolas mundiales se van a caracterizar en los próximos años por una expansión de los intercambios entre países del Sur, lo que significará un aumento de la competencia para los Estados de la OCDE.
Las excepciones serán los cereales, ya que los 30 miembros del conocido como “Club de los países desarrollados” aumentarán su peso relativo en la producción mundial de cereales, mientras que lo verán disminuido sobre todo en la carne (en particular la de vacuno) y en la leche y la mantequilla.