En la imagen varios manifestantes en medio de una nube de gas lacrimógeno durante un enfrentamiento con policías antidisturbios en Estambul, Turquía. (EFE)
Los trabajadores en distintas partes del mundo expresaron sus demandas laborales con marchas para conmemorar el Primero de Mayo, las que fueron alteradas por disturbios en Alemania y Turquía.
Desde hechos violentos protagonizados por jóvenes de izquierda y neonazis en Alemania, hasta protestas en medio de la turbulencia política en Turquía o discursos en plena campaña proselitista en Francia, el Primero de Mayo fue ocasión no sólo para recordar los derechos de los trabajadores, sino también para que se manifestaran diferencias ideológicas en varios países.
Más de 300 manifestantes de izquierda incendiaron las vías de un tren y causaron destrozos en tranvías y autobuses de la ciudad occidental alemana de Dortmund, luego de una protesta contra el extremismo de derecha, al que consideran fuera de control, informó la Policía.
Algunas vías quedaron tan dañadas que debió interrumpirse el servicio de trenes.
Fue uno de varios brotes de violencia en Alemania durante la jornada. En la población oriental de Erfurt, varios manifestantes resultaron heridos durante una protesta de grupos derechistas, informó la policía.
En Turquía, la Policía antimotines cargó contra una multitud de manifestantes que conmemoraba el 30 aniversario de una protesta del Primero de Mayo de 1977, cuando sujetos no identificados abrieron fuego contra los participantes, en un hecho que dejó 34 muertos. La Policía en la Plaza Taksim de Estambul lanzó gases lacrimógenos y golpeó a varios manifestantes. Unas 580 personas fueron detenidas, dijo el gobernador Moamer Guler.
Las protestas se realizaron en medio de la creciente tensión política en Turquía, donde la oposición laica presiona al Gobierno del partido islámico para que adelantara las elecciones generales. Dos días antes, cientos de miles de manifestantes laicos protestaron contra un gobierno que, temen, acercará al país hacia un régimen islámico.
El máximo Tribunal de Turquía le dio la razón a la Oposición y anuló ayer una votación parlamentaria para elegir al presidente, en la que el candidato del gobernante partido islámico lucía como ganador.
En Rusia, cientos de miles de manifestantes tomaron las calles, durante una conmemoración que tenía gran importancia en la era soviética y que todavía es observada con concentraciones en varias ciudades.
En Moscú, distintas marchas fueron realizadas por los simpatizantes del presidente Vladimir Putin, sus opositores liberales, los comunistas que agitaron banderas rojas y los ultranacionalistas.
En China, el líder del Partido Comunista Hu Jintao se reunió con agricultores, policías y un trabajador “ejemplar” en la provincia central de Henan. Pero en un indicio del alejamiento de la ortodoxia revolucionaria, el trabajador no era un obrero, sino un prominente ingeniero en un conglomerado industrial.
En el territorio chino de Macao, la Policía hizo disparos al aire para dispersar una protesta contra la corrupción y la inmigración de trabajadores ilegales de China continental.
En Seúl, unas siete mil personas se reunieron en un distrito universitario, portando banderas y gritando lemas contra las políticas del presidente Roh Moo-hyun, criticado por firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
En Filipinas, la Policía antimotines, en estado de alerta, bloqueó el paso de miles de manifestantes que trataban de marchar hacia la residencia de la presidenta Gloria Macapagal para demandar mejores salarios y su renuncia al puesto.