El presidente ruso, Vladimir Putin, disolvió ayer el Gabinete de ministros a petición del primer ministro, Mijaíl Fradkov. (EFE)
Argumentan la necesidad de dejar en libertad de acción al presidente Putin en vísperas de comicios parlamentarios.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, disolvió ayer el Gabinete de ministros a petición del primer ministro, Mijail Fradkov, informó el Kremlin.
Fradkov argumentó que la decisión de pedir la destitución del Gobierno en pleno se debe a la necesidad de dejar en libertad de acción al presidente ruso en vísperas de “importantes acontecimientos políticos”, en alusión a los comicios parlamentarios de diciembre próximo y los presidenciales de marzo de 2008.
“Consciente de esos procesos políticos, quiero que usted tenga plena libertad de decisión, también en nombramientos”, dijo Fradkov al presidente, según las agencias rusas.
Putin replicó: “Tiene usted razón. Tenemos que pensar juntos en cómo estructurar el poder para que se corresponda mejor con el periodo preelectoral” .
Al mismo tiempo, el jefe del Kremlin le pidió a Fradkov que permanezca como primer ministro en funciones hasta que la Duma del Estado o Cámara Baja del Parlamento apruebe la candidatura del nuevo jefe del Gobierno, que Putin debe presentar a los legisladores.
La destitución del Gobierno en pleno se produce en medio de filtraciones de prensa acerca de que el actual viceprimer ministro primero Serguéi Ivanov, uno de los hombres de más confianza de Putin, será nombrado próximamente al frente del Gabinete ministerial.
El cargo de jefe de Gobierno es considerado por la mayoría de los comentaristas políticos el gran trampolín para obtener el estatus de candidato oficial del Kremlin en las elecciones presidenciales de marzo próximo.
Putin agradeció a Fradkov su gestión al frente del Gobierno durante los últimos tres años y medio y destacó los éxitos económicos conseguidos en este periodo.
Fradkov, de 57 años, antiguo representante ruso ante la Unión Europea, fue nombrado primer ministro en marzo 2004, semanas antes de que Putin fuera reelegido presidente de Rusia.
DIMITE PRIMER MINISTRO DE JAPÓN
Shinzo Abe anunció ayer su dimisión como primer ministro de Japón sin haber cumplido un año en el Gobierno, presionado por una galopante falta de apoyos, los escándalos de corrupción de varios ministros y sus escasas dotes de liderazgo.
Con semblante serio y síntomas de cansancio, Abe explicó en rueda de prensa que renuncia por la falta de confianza del pueblo nipón y sus dificultades para prorrogar la Ley Antiterrorista, por la que Japón presta apoyo logístico a EU en Afganistán, debido al rechazo frontal de la crecida oposición nipona.
Es el fin de un Gobierno que debutó el 26 de septiembre de 2006 bajo la sombra del más carismático Junichiro Koizumi y que se ha visto paulatinamente acosado en todos los frentes, sobre todo desde que el Partido Liberal Demócrata (PLD) se dio un batacazo histórico en las urnas el 29 de julio y perdió la mayoría en el Senado, poniendo en riesgo la gobernabilidad.
Abe, que a sus 52 años era el primer ministro nipón más joven en seis décadas, llegó al Gobierno precedido de su fama de “halcón” por su ideario nacionalista y reformista, decidido a lograr un papel más relevante en el plano internacional para Japón, a insuflar más patriotismo en las escuelas y a revisar la Constitución pacifista.
Pero, tras 351 días al frente del Ejecutivo, su nulo liderazgo y la corrupción de algunos de sus ministros, implicados en bochornosos escándalos de corrupción, con un suicidio incluido, terminó por agotar sus apoyos y forzar su salida del Gobierno.
Víctor Zubkov, candidato a primer ministro
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, presentó ayer a Víctor Zubkov, otro hombre de su equipo de San Petersburgo, como candidato a la jefatura del Gobierno, cargo considerado como el gran trampolín al Kremlin.
Víctor Zubkov tiene 65 años, igual que Putin proviene de San Petersburgo, es economista, fue viceministro de Finanzas y actualmente encabeza el Servicio Federal de Supervisión Financiera.
El candidato a primer ministro trabajó con Putin en el Departamento de Relaciones Exteriores del Ayuntamiento de San Petersburgo y es suegro del actual ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, con quien, según los analistas, forma parte del grupo de “silovikí” (halcones) en el Kremlin.
Aunque ninguna biografía lo vincula a los Servicios Secretos Soviéticos (KGB) o rusos (FSB), la “Inteligencia financiera” que él encabeza tiene entre otras funciones la lucha contra el “lavado” de dinero y contra la financiación de actividades terroristas.