La industria forestal en Pueblo Nuevo vende materia prima; pocos le dan valor agregado a la madera. El próximo año, San Pablo y Milpillas fabricarán muebles.
Avanza cambio de cultura entre los productores al crear fondo económico para la industria mueblera
PUEBLO NUEVO, DGO.- Hay ejidos forestales como San Pablo que son ejemplo de aprovechamiento y desarrollo económico, sumando actividades como la producción de trucha y la industrialización de la madera.
San Pablo se convirtió este año en “ejido piloto” o modelo en el uso de alta tecnología para dar valor agregado a la madera; actualmente están fabricando escobas y trapeadores. Además, para 2008 tienen programado poner en marcha una fábrica de muebles, afirmó Raúl Barraza Armstrong.
El dirigente de la Unión de Ejidos de El Salto señala que San Pablo logró el premio estatal por su organización y laboriosidad; los 232 ejidatarios están convencidos de cuidar el bosque como principal patrimonio de las presentes y futuras generaciones.
Otra acción realizada por los ejidatarios que los coloca como ejemplo a seguir es la participación en un fondo económico para llevar a cabo proyectos productivos con mezcla de recursos de las dependencias federales y estatales.
Los ejidatarios de San Pablo, en lugar de dar un uso cualquiera a sus utilidades, decidieron aportar cinco mil pesos cada uno al fondo, es decir 1.1 millones de pesos para industrializar su ejido y dar valor agregado a la madera, así como crear más fuentes de empleo, necesarias en esta zona serrana.
El también Presidente de la Confederación de Productores Forestales del Estado destacó que cada vez se muestran los cambios en la cultura de los ejidatarios, caso concreto San Pablo, donde en breve entrarán en la etapa de la industrialización, a fin de dejar de ser únicamente proveedores de tablas.
Otros ejidos son también ejemplo de productividad como La Victoria, donde los ejidatarios han logrado el reparto de buenas utilidades por la efectividad y organización, además de diversificar sus actividades económicas, es decir no dependen solamente de la tala de pinos.
Estos ejidos como San Pablo tienen producción de trucha con incubadora certificada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y de hecho ha sido un ejemplo que otros grupos asociados empezaron a realizar estas actividades, tales como Chavarría Nuevo, Neveros, La Ciudad, pequeña propiedad de La Sociedad, Borbollones y los dos ya mencionados.
Además, San Pablo destaca por su vivero, donde produce las plantas necesarias para reforestar las áreas afectadas por los incendios y el mismo aprovechamiento forestal, con el fin de hacer del sector forestal una riqueza sustentable, añade Barraza Armstrong.
ZONA INDIGENA
También los comuneros de San Bernardino de Milpillas Chico están en su primera etapa de industrialización, asegura Barraza Armstrong.
Desde hace tiempo las autoridades de la comunidad indígena citada están planeando fabricar muebles rústicos; este año lograron adquirir nueva maquinaria. Según el dirigente forestal, será el próximo año cuando pongan en marcha la factoria.
Nadie es perfecto
Así como hay ejidos ejemplares, también los hay con muchos problemas económicos como Pueblo Nuevo, el segundo más extenso del país, después de Largo, en el estado de Chihuahua.
Raúl Barraza Armstrong se aboca a comentar sobre los ejidos exitosos como San Pablo, La Victoria, Chavarría, Borbollones, entre otros, porque son ejemplo a seguir en su organización y aprovechamiento exitoso del bosque.
De Pueblo Nuevo no se comenta nada; es el ejido forestal más extenso de Durango y a la fecha atraviesa por serios problemas financieros. De hecho, toda la extracción de madera la están aprovechando varias industrias para cobrarse adeudos pasados.
Otro ejidos presentan problemas diferentes como Piélagos, donde grupos en el poder se han encargado de talar; existen pruebas de la extracción de madera ilegal, pero las autoridades no hacen nada. Incluso, en más de una ocasión han acusado a funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de ser cómplices de esta irregularidad.
