El DJ Armin Van Buuren extasió a miles de asistentes a su concierto. (El Universal)
Cuatro mujeres de grandes curvas bailaron con poca ropa sobre una tarima montada en el escenario. Frente a ellas el DJ Armin Van Buuren sonrió excitado. Pero su sonrisa pícara no fue provocada precisamente por la belleza de las féminas, sino por la euforia que logró desatar entre cientos de personas con su música.
Lo más curioso es que de las 5 mil 500 personas (según cifras oficiales de los organizadores) que se reunieron el viernes pasado, en Six Flags, sólo algunos cientos conocían a la perfección la trayectoria musical del holandés. Algunos menos desinhibidos aceptaron que estaban ahí “sólo por curiosidad” o influencia de sus amigos.
El Teatro Chino, del ya mencionado parque de diversiones, se convirtió entonces por algunas horas en un antro al aire libre, en el que igual se vieron circular jovencitas con orejas de conejitas de Playboy, que hadas urbanas y fortachones con luces fluorescentes alrededor de su cuerpo.
Pero uno de los méritos que Armin Van Buuren tuvo esa noche -además de darle una probadita a los mexicanos de por qué es considerado uno de los Disc Jockeys más famosos del mundo- fue hacer bailar a esas poco más de 5 mil personas, y que éstas se olvidaran del intenso frío que cubrió esa zona de la Ciudad de México, y que para las primeras horas de ayer sábado ya calaba hasta los huesos.
Y es que el público se mostró muy entusiasta a pesar de que varios cientos de personas permanecieron de pie durantes horas, al encabezar las largas filas que rodeaban las taquillas y entradas principales del parque de diversiones. En punto de las 00:15 horas, y al grito salvaje de “¡Armin, Armin, Armin!” (provocado por sus adeptos), el holandés ejecutó, entre otras canciones, This World is Watching Me y Till the Sky Falls Down.
Enseguida aquellos amantes de la música electrónica comenzaron a contonear sus cuerpos, sin importar si sabían bailar o no, sólo bajo la hipnosis de los bits de Buuren.
El músico y productor correspondió a esa energía con algunos saltos y los brazos levantados en señal de victoria. Algunas mujeres suspiraron y los varones aplaudieron con entusiasmo a su ídolo.
Previo al espectáculo de Armin, el recital fue amenizado con la actuación de los DJs B-Jay y Black Jarrel, quienes lograron calentar los motores entre la audiencia que tranquila esperó la salida de Van Buuren al escenario.
Cabe resaltar que la presentación de Armin Van Buuren en la Ciudad de México fue la única que hizo, como parte de su gira mundial Universal Religion Tour.
Todo se realizó en completa calma, según datos de la organización del concierto, que reportó saldo blanco. Para las 04:00 am, tiempo en el que concluyó el concierto, y sin esa adrenalina (o sustancia de dudosa procedencia) que los tuvo hipnotizados durante horas, cientos de jóvenes caminaron entumidos por los pasillos del parque, cuyos juegos los habían hecho enloquecer horas antes.
