El cargamento de 3.7 toneladas de cocaína que transportaba el avión que se estrelló el lunes en Yucatán, pertenecía al Cártel de Sinaloa. (Archivo)
Personal de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) colabora en las pesquisas.
El cargamento de 3.7 toneladas de cocaína que transportaba el avión que se estrelló el lunes en Yucatán, pertenecía al Cártel de Sinaloa, que lidera Joaquín “El Chapo” Guzmán, por lo que el piloto mexicano de la aeronave es interrogado sobre las operaciones que realizaba para esta organización; en tanto continúa la búsqueda de otro tripulante.
Así lo reveló Noé Ramírez Mandujano, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), quien tiene a su cargo la investigación del caso.
En entrevista, el fiscal de la Procuraduría General de la República (PGR), detalló que a partir de las investigaciones realizadas sobre el destino y origen del cargamento de droga, se ha determinado que éste pertenecía a una célula de los hermanos Héctor y Arturo Beltrán Leyva, principales operadores de esta organización criminal.
Sobre la relación del Cártel de Sinaloa con esta remesa de droga, que al parecer provenía de Colombia, es interrogado el piloto de la aeronave, un mexicano identificado como Edick Muñoz Sánchez, quien fue capturado el miércoles, cuando se ocultaba herido en la región montañosa del municipio yucateco de Tixkokob, donde se estrelló el aparato.
Ante el impacto del avión Grumman con matrícula N987SA Gulfstream II, que operaba, Muñoz Sánchez sufrió una fractura en la pierna y al momento de ser detenido presentaba un cuadro de deshidratación, por lo que fue ingresado al Hospital Militar de Mérida; sin embargo, ayer fue trasladado a la Ciudad de México, donde es interrogado en instalaciones de la SIEDO. A partir del expediente PGR/YUC/MER-V/258/2007, al detenido se le interroga sobre el lugar desde el que partió el avión que pilotaba, quién le entregó y dónde la droga, así como el punto donde realizaría su entrega; asimismo, se buscará determinar desde cuándo realizaba vuelos para transportar droga para los Beltrán Leyva y la forma en que se realizaban estas operaciones.
Personal de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), indicó que colabora en las pesquisas, ya que la aeronave siniestrada pertenece a la compañía estadounidense Donna Blue AirCraft Inc, dedicada a la consultoría y venta de aeronaves, por lo que se rastrean las bitácoras de los vuelos internacionales realizados por la aeronave de 22 plazas con número de serie 172.
Llamó la atención de los investigadores la intensidad de vuelos de este aparato, que en dos meses registró al menos 10 viajes entre países como México y Brasil, cuando su fabricación data de 1975.
Aunque la vida activa de la aeronave ha sido mayor. Se tiene registros de sus operaciones en noviembre de 2004 en aeropuertos de Puerto Rico; así como en agosto de 2006 en la terminal aérea de Suffolk County, en Nuva York; el último vuelo registrado de este aparato, antes del accidente en Yucatán, está registrado el 18 de septiembre pasado, con destino a Cancún, Quintana Roo, aunque no se reporta el lugar desde el que partió.
Localizan camioneta presuntamente vinculada a narcoavión
Autoridades del municipio de Tixkokob encontraron ayer al mediodía una camioneta Lincoln Navigator de color negro, con placas UVN2044 de Quintana Roo, abandonada en el estacionamiento del centro comercial Plaza Oriente de Mérida y en donde pudieron haber escapado dos ocupantes del narcoavión que cayó en la zona con 3.7 toneladas de cocaína.
El alcalde de Tixkokob, Adolfo Calderón Sabido, dijo que un agente local informó que una camioneta con esas características había estado circulando en una comisaría de ese municipio, por lo que dio aviso al Ministerio Público Federal de la Procuraduría General de la República (PGR).
Según versiones de varios veladores de ese estacionamiento, el vehículo lo abandonaron dos personas desconocidas desde el martes pasado, es decir, un día después de la caída del narcoavión en los montes de este lugar.
De igual forma, el operativo militar en Tixkokob se relajó ante las versiones de que los ocupantes de la nave ya no estarían por estos alrededores. De acuerdo a los informes de elementos del Ejército, la búsqueda es de cuando menos dos personas más que supuestamente acompañaban al piloto que fue detenido el martes por la noche y todavía existía el ministerio de que con ellos estuviera una mujer.
PLAGIARIOS DETENIDOS EN NL PERTENECEN A ‘LOS ZETAS’
El grupo armado que el miércoles se enfrentó a tiros con militares en Apodaca, Nuevo León, pertenecen al grupo de sicarios de “Los Zetas”, que trabajan para el Cártel del Golfo; los nueve detenidos -entre ellos una mujer-, integraban una célula dedica al secuestro y al momento de su aprehensión mantenían a nueve personas cautivas, que también serán sujetas a investigación.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó a través de un comunicado que los detenidos fueron trasladados a la Ciudad de México, donde son interrogados por personal de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), donde se definirá su situación jurídica en los próximos días.
Los “zetas” detenidos fueron identificados como Yadira Aquino Zamudio, Luis García Zamora, Francisco Flores, Mario René Martínez Méndez, Miguel Ángel Ubieta Pérez, Juan José Pérez López, Roberto Carlos Antillana, José Luis Rodríguez, Víctor Hugo Casanova, quienes enfrentan acusaciones por los delitos de delincuencia organizada y secuestro.
Este grupo de sicarios se enfrentó la madrugada del miércoles con elementos del Ejército Mexicano y para impedir su captura protagonizaron un fuego cruzado que se prolongó alrededor de 40 minutos, hasta que su presunto líder, identificado sólo con el apodo de “La China”, cayó abatido por las balas, por lo que los presuntos delincuentes terminaron por rendirse.
La PGR confirmó que los militares que participaron en este enfrentamiento, recibieron una denuncia anónima, de que la vivienda marcada con el número 122 de la calle Virrey de Bucareli, de la colonia Rinconada Colonial, era utilizada como casa de seguridad, en la que varias personas estaban privadas de su libertad.
Esta operación de rescate encabezada por el Ejército, permitió liberar a nueve personas que se encontraban en el inmueble, maniatadas y con huellas de tortura, y también culminó en la captura de los “zetas”, a quienes se les decomisaron seis armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, pistolas tipo escuadra, cuatro granadas de fragmentación, cartuchos, así como cuatro vehículos.
En su comunicado, la PGR informó que en el caso de las personas que fueron rescatadas de la casa de seguridad, éstas también serán investigadas para conocer las causas de que las mantuvieran en cautiverio.
De acuerdo con autoridades de la dependencia, no se descarta que algunos de los secuestrados pudieran pertenecer a organizaciones criminales rivales al Cártel del Golfo, o que hayan sido privados de la libertad por no pagar los “derechos de piso” para vender droga.