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Durango contra el abstencionismo| Periférico

Luis Guillermo Hernández Aranda

El gran a rival a vencer por la sociedad de Durango el próximo primero de julio es el abstencionismo. Según datos del Instituto Estatal Electoral en las elecciones de 2004 en Durango se registró un abstencionismo del 50 por ciento.

En las elecciones del domingo habrán de elegirse a 17 diputados locales y 39 alcaldes, entre ellos los de Gómez Palacio y Ciudad Lerdo. Sin embargo, a pocas horas de que llegue el día de las votaciones el ánimo por participar es muy poco. Según una encuesta realizada por la empresa Consulta Mitofsky, en las próximas elecciones se podría presentar un 60 por ciento de abstencionismo.

La encuesta realizada del 18 al 27 de mayo entre dos mil 400 ciudadanos de la capital del estado, cuatro de cada diez ciudadanos no votarán en este proceso, lo que es un parámetro muy alto en comparación con otros estados del país y de la media nacional, según Consulta Mitofsky.

En México, históricamente se han encontrado tasas de abstencionismo superiores al 40 por ciento, siendo hasta la fecha el proceso electoral de 1994, en donde hubo un menor índice de abstención (24.15 por ciento). En el año 2006 el nivel de abstencionismo fue de 41.45 por ciento.

La poca participación de la gente en los procesos electorales, tiene su origen en gran medida en que cada tres años, en el caso de las elecciones locales, son las mismas promesas y compromisos de los aspirantes a ocupar un cargo público, como mayor empleo, el combatir la inseguridad. Promesas que normalmente olvidan los políticos tan pronto llegan al poder.

Gómez Palacio y Lerdo tienen muchos problemas. El atraso de ambos municipios en comparación a su vecino Torreón es evidente. Tan es así que muchos adultos jóvenes están “emigrando” de Gómez Palacio a Torreón para montar aquí su residencia. Son muchas las casas que están a la venta en El Campestre y Las Rosas, la mayoría de los jóvenes de clase media alta está adquiriendo vivienda en los nuevos fraccionamientos residenciales de Torreón.

En Lerdo las cosas no pintan mejor, a pesar de las promesas de Rosario Castro cuando fue candidata a la alcaldía de esa ciudad se refería a que la Ciudad Jardín dejaría de ser el “patito feo” de la Comarca Lagunera; la realidad es muy distinta y el rezago es evidente. Lo único cierto es que la panista no terminó su periodo por irse a trabajar a la Federación y con ella se fueron todas las promesas incumplidas.

Según las encuestas, el próximo domingo Gómez Palacio seguirá siendo priista de la mano de Ricardo Rebollo, mientras que Lerdo seguirá pintada de azul con Carlos Morales. Sin embargo, más allá de los posibles resultados es necesario que la clase política de La Laguna de Durango reflexione sobre la necesidad de crear nuevas estrategias que logren generar el entusiasmo en la ciudadanía.

Anhelar un debate de ideas por desgracia es un sueño muy lejano, pero como ciudadanos al menos podríamos esperar que los políticos tuvieran una mayor conciencia ecológica y no llenaran las ciudades con sus rostros por todos lados teniendo como pretexto el proceso electoral.

Al llegar a su fin las campañas políticas, no se recuerda ninguna propuesta importante de alguno de los candidatos a las alcaldías de Gómez Palacio y Lerdo. Todos se abocaron a prometer el desarrollo y el empleo, al tiempo que abordaron muy poco el tema de la inseguridad, sin duda uno de los más importantes en los últimos días.

En cuanto a los punteros según las encuestas, la población recuerda de Ricardo Rebollo la O naranja y no alguna propuesta importante para el municipio que desea gobernar. Mientras que de Carlos Morales su campaña tomó notoriedad cuando en gira por La Laguna, Manuel Espino presidente del PAN a nivel nacional dijo desconocer quién era el candidato de Lerdo.

Con este nivel de campañas, desangeladas, es muy probable que nuevamente el abstencionismo sea el gran vencedor de las elecciones. Espero equivocarme en mis pronósticos, ya que la democracia se alimenta de participación ciudadana y al no ejercerse el derecho de voto, éste pierde validez, lo que puede provocar la concentración del poder en una minoría; algunos lo consideran como síntoma de la decadencia de una sociedad democrática.

Y es que el abstencionismo revela la existencia de grupos numerosos de ciudadanos para los cuales carece de significación el sistema político y que eventualmente pueden constituir una masa manipulable por demagogos y taumaturgos, sobre todo, en épocas de crisis.

Ojalá el domingo salga a votar, aunque honestamente después de escuchar a los candidatos a diputados en los encuentros realizados en el programa Contextos por el Grupo Radio Estéreo Mayrán, muy pocas ganas quedan de hacerlo después de comprobar la falta de compromiso y sobre todo la ignorancia de los problemas que enfrenta la comunidad y cómo se pueden resolver desde el Congreso de Durango.

Correo electrónico:

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

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