El pasado viernes 26 de enero la Camerata de Coahuila nos brindó una velada inolvidable, en la que tuvimos la oportunidad única de escucharla interpretar bajo la batuta del excelente director salvadoreño Germán Cáceres cuatro obras de compositores oriundos del antiguo Imperio Alemán.
Georg Philip Telemann (1681-1767) fue un contemporáneo de Johann Sebastian Bach y de Georg Friedrich Handel que fue considerado en su época como el más grande compositor alemán. Telemann compuso al menos tres conciertos para dos chalumeaux, instrumento de sonoridad similar al clarinete. Hace algunos años tuvimos la oportunidad de escuchar el Concierto para dos chalumeaux en la interpretación que Luis Humberto Ramos y César Encina realizaron en el clarinete y en esta ocasión pudimos hacerlo con César Encina y Luis Manuel Zamora. Estos dos jóvenes músicos son integrantes de la orquesta y a la luz de la magnífica ejecución que lograron de las partes solistas se hizo evidente que poseen no sólo un dominio absoluto de su instrumento, sino también una visión musical que no sólo es compatible, sino también lo suficientemente diferenciada como para ser personal.
A pesar de que en el pasado hemos tenido la oportunidad de oír a la Camerata de Coahuila interpretar la Sinfonía en Si Bemol Mayor ?La Reina? de Joseph Haydn (1732-1809) de manera más convincente de lo que lo hicimos el pasado viernes 26, la ejecución última que realizó la orquesta hizo evidente que el maestro Cáceres tiene una interesante aproximación hacia dicha partitura.
Después del intermedio tuvimos de nuevo el privilegio de escuchar a los dos clarinetistas de la orquesta asumir un papel solista, en esta ocasión en la Pieza de Concierto para clarinete y corno di bassetto Op. 113 No. 1 ? Este último instrumento al igual que el chalumeaux tenía una sonoridad similar a la del clarinete- de Felix Mendelssohn (1809-1847). La cual fue originalmente bautizada con el nombre de la ?Batalla de Praga? en virtud de que toma como tema principal una melodía muy popular a principios del siglo XIX que compuso el checo Frantisek Koczwara (c. 1750-1791).
El concierto concluyó con la Sinfonía en Do Mayor ?Jena? de Friedrich Witt (1770-1836). Su partitura fue descubierta en 1909 por Fritz Stein (1879-1961) en la ciudad de Jena y puesto que estaba atribuida en dicho manuscrito a Beethoven fue considerada durante años como obra del gran genio de Bonn, hasta que el musicólogo H. C. Robbins Landon (1926-) encontró otra copia que correctamente adscribía la autoría de la misma a Witt. La confusión es comprensible, pues Witt nació el mismo año que Beethoven y si bien es cierto que no manifiesta la misma originalidad y genialidad que caracteriza al gran Ludwig toma su inspiración en las mismas fuentes, como es el caso de las sinfonías de Haydn, cuyo estilo es claramente imitado en sus dos últimos movimientos.
Si bien es cierto que la Camerata de Coahuila bajo la dirección del maestro Cáceres ejecutó de manera magnífica todas estas partituras y en especial la Sinfonía Jena, nos quedamos con las ganas de escuchar alguna obra de Cáceres, quien es reconocido como uno de los más interesantes compositores de Iberoamérica.