Cada concierto de la Camerata de Coahuila al que hemos tenido la oportunidad de asistir ha hecho evidente el cuidado con que son seleccionadas las partituras que se incluyen en el programa y la manera en que éstos son balanceados. La continuidad que se da entre las obras que se tocan, hacen evidente la erudición y sensibilidad de quien los hace, que con toda seguridad no es otro que el maestro Ramón Shade.
Un magnífico ejemplo de esto fue el concierto que escuchamos el pasado viernes 21, en el que se tocaron obras de tres compositores del Romanticismo, Felix Mendelssohn (1809-1847), Carl Maria von Weber (1786-1826) y César Franck (1822-1890) y uno, Edvard Grieg (1843-1907) a quien los musicólogos incluyen, por tomar mucha de su inspiración del folclore de su natal Noruega, entre los compositores del llamado Nacionalismo Musical.
El concierto dio inicio con la Obertura Las Hébridas (La Gruta de Fingal) Op. 26 de Mendelssohn, cuya partitura se inspiró en un viaje que realizó el gran compositor alemán el siete de agosto de 1829 a la isla de Staffa que es una de las que conforman el archipiélago de Las Hébridas frente a la costa de Escocia. Bajo un punto de vista musical el impacto que tuvo esta visita sobre Mendelssohn debe de haber sido enorme pues esa misma noche en una carta que envió a su familia, incluyó un esbozo para piano que contiene el inicio de dicha obertura.
La segunda obra en ser ejecutada fue el Konzerstueck para Piano en fa menor Op. 79 de von Weber. La composición de esta “pieza de concierto” fue terminada el 18 de junio de 1821, el mismo día que su autor estrenó su obra más famosa, la ópera El Cazador Furtivo, concluyendo así un proceso de gestación que comenzó en 1815.
La segunda parte del concierto inició con las variaciones sinfónicas del compositor belga César Franck. La música de Franck se caracteriza por unir algunas de las técnicas contrapuntísticas del barroco con el lenguaje del romanticismo tardío. Su estreno se llevó a cabo en París el uno de mayo de 1885. Estas variaciones sinfónicas exitosamente integran al piano solista con la orquesta. Al igual que en el Konzerstuek, la parte solista de las variaciones sinfónicas de Franck fue asumida por la excelente pianista española Trinidad Sanchis. Debo confesar que jamás había escuchado hablar de ella y que cuando vi su nombre por primera vez, llegué a pensar que su apellido contenía algún error tipográfico. Sanchis hizo sus estudios de maestría en la Escuela Superior de Música de Viena que es la misma escuela en que recibió su formación como director Ramón Shade. Tal vez este hecho ayude a explicar el porqué en ambas obras se dio un entendimiento tan exitoso entre ambos músicos. Cabe mencionar que la enorme musicalidad y depurada técnica que posee esta destacada pianista cautivó al público.
La última obra en tocarse fue la Suite de Peer Gynt No. 1 Op. 46 de Edvard Grieg. Esta composición contiene extractos de la música incidental que el gran compositor noruego escribió a solicitud del gran dramaturgo Henrik Ibsen, autor de esta obra de teatro. Su estreno se llevó a cabo el 26 de febrero de 1876 en Christiana, la actual Oslo. Su obsesión por perfeccionarla llevó a Grieg a revisar en varias ocasiones su partitura, modificándola en 1886, 1892 y 1902. La Suite No. 1 que escuchamos, contiene cuatro extractos, que no siguen el orden en que se presentan en la obra de teatro y que musicalmente describen de manera sucesiva, el Amanecer, la Muerte de Aase, que es sumamente lírica, la exótica Danza de Anitra y En la Gruta del Rey de la Montaña que es sumamente dramática.
La parte orquestal de todas estas obras fue ejecutada con gran maestría por la orquesta bajo la maravillosa dirección del maestro Shade. Al terminar el concierto el público aplaudió con gran entusiasmo a los músicos quienes correspondieron tocando como encore En la Gruta del Rey de la Montaña.
