Richard Marckson es un destacado violonchelista y director británico al que hemos tenido la oportunidad de escuchar en tres ocasiones. La primera vez fue como integrante del trío con el que se presentó hace un par de décadas junto con el excelente pianista mexicano Jorge Federico Osorio y con la maravillosa violinista Mayumi Fujikawa. La segunda en abril del año pasado, en la que actuó como director y solista en un concierto de la Camerata de Coahuila, orquesta con la que de nuevo asumió ese doble papel el pasado viernes 9 de noviembre.
El concierto inició con el cuadro musical “El descendimiento según Rembrandt”, del compositor mexicano Ramón Montes de Oca Téllez (1953-2006), quién falleció el 11 de noviembre a la edad de 53 años. Montes de Oca fue uno de los más destacados compositores y promotores de la música contemporánea de nuestro país. “El descendimiento según Rembrandt” fue realizado por el genial pintor holandés en 1633 y se encuentra actualmente en la Pinacoteca de Munich. En 1991 Montes de Oca escribió esta conmovedora descripción musical de dicha obra maestra, en la que el carácter lúgubre con que inicia marca la pauta de una recreación a través de los registros graves de los fascinantes claroscuros que caracterizan a la pintura de Rembrandt. La orquesta bajo la dirección de Markson brindó una espléndida interpretación de esta breve y refinada partitura, realizando así un digno homenaje a la memoria de su compositor.
La sinfonía No. 83 en sol menor “La Gallina” de Joseph Haydn (1731-1809), es la segunda de la colección de Sinfonías “París”. La persona responsable de obtener esta serie de seis fue también un compositor de sinfonías, el Caballero Joseph-Boulogne de Saint George (hacia 1739-1799), un mulato que tuvo una vida digna de ser novelada por Dumas. Esta colección fue patrocinada principalmente por Claude-Francois- Marie Regoley, el joven y acaudalado conde d’Ogny (1757-1790) para los Conciertos de la Logia Olímpica, una organización masónica basada en París que tenía una orquesta más grande que la que tenía a su disposición Haydn en Eisenstadt, donde vivía su patrón el Príncipe Nikolaus Esterházy. La sinfonía “La Gallina” fue compuesta en 1784 en esa idílica población. Durante la temporada de 1787 se llevó a cabo con gran éxito su estreno en París. Su sobrenombre “La Gallina” seguramente hace referencia al cacareo que producen los alientos en el segundo tema del primer
movimiento y que más adelante retoma la flauta.
Después del intermedio se tocó otra composición de Haydn, el Concierto para Violonchelo No. 2 en Re Mayor. Escrito en 1783 en Eisenstadt con toda seguridad para Anton Kraft, el violonchelista de la corte del Príncipe Esterházy. Esta partitura es sin lugar a dudas una de las obras más expresivamente líricas que salieron de la pluma de Haydn.
Markson dirigió con gran acierto a la Camerata de Coahuila en todas las obras que constituyeron el programa y logró combinar con gran éxito el papel de director y solista en el concierto para violonchelo de Haydn. Cabe mencionar que Markson utilizó para las cadencias de dicha obra, las que escribieron sus maestros Pierre Fournier y Paul Tortellier utilizando la de Fournier en el primer movimiento y las de Tortelier en los siguientes. Como solista nos brindó una interpretación elegante y bella. Esperamos que este excelente músico nos visite frecuentemente, ya sea en su carácter de director, solista o en la atinada combinación de ambas tareas.