Parte de una valla para impedir el paso de vehículos entre México y Estados Unidos fue construida en la parte equivocada de la frontera en Nuevo México. (AP)
Exige senador demócrata reubicar la barrera en el lado estadounidense.
Parte de una valla para impedir el paso de vehículos entre México y Estados Unidos fue construida en la parte equivocada de la frontera, y un legislador ha exigido que la instalación se coloque ahora en territorio estadounidense.
El senador Jeff Bingaman dijo que apenas en fechas recientes se enteró del error en la valla, construida hace dos años por la Guardia Nacional, al oeste de Columbus, Nuevo México.
En una carta enviada a Ralph Basham, comisionado de la oficina federal de Aduanas y Protección Fronteriza, Bingaman exigió que la barrera se reubique, antes de que la valla actual sea derribada.
Columbus se ubica 128 kilómetros (80 millas) al poniente de El Paso, Texas.
“Necesitamos averiguar por qué ocurrió esto y cerciorarnos de que no pase de nuevo”, dijo Bingaman, demócrata por Nuevo México.
Sally Spener, portavoz de la Comisión de Aguas y Límites Internacionales, dijo que la valla se interna en territorio mexicano. No reveló el tamaño de la estructura ni de la parte que está en el lugar equivocado. Spener dijo que la comisión de límites coordina la reubicación de la valla con las autoridades mexicanas y con el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos.
“Evidentemente, es muy importante que cada país respete la soberanía del otro y garantice que cualquier infraestructura construida por un Gobierno o dueño de una propiedad esté colocada en el lugar correcto”, añadió.
Michael Friel, portavoz del Departamento de Seguridad Interna, informó ayer que no tenía detalles del caso y no podía emitir comentarios. Bingaman consideró que la pérdida de la valla no sólo afecta la seguridad fronteriza, sino que perjudica a los ganaderos de Nuevo México.
“Nuestra preocupación es que no queden huecos si esta barrera es derribada”, dijo María Nájera, vocera de Bingaman.
“Esperamos que algo se construya antes de que la valla actual caiga”, dijo.
Protesta la SRE de México por edificación
El Gobierno de México protestó ante Estados Unidos, a través de una nota diplomática, por la construcción en territorio mexicano de un tramo del muro fronterizo.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expresó su total desacuerdo por este incidente y exigió su inmediata remoción.
Según la Cancillería, el Gobierno de EU confirmó a autoridades mexicanas su plena voluntad de retirar a la brevedad posible esa sección del muro y evitar, en lo sucesivo, cualquier acción que pueda violentar el territorio nacional.
Como resultado de las gestiones del Gobierno de México, un equipo de trabajo estadounidense iniciará en breve las labores de remoción del tramo del muro citado, bajo supervisión de las secciones mexicana y estadounidense de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
“Nuestro país seguirá insistiendo para que esas labores de retiro se lleven a cabo de la manera más ágil y rápida posible”, dijo la SRE en un comunicado.
Como parte de las inspecciones periódicas de la infraestructura fronteriza que México realiza a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), recientemente se detectó que el Gobierno de Estados Unidos construyó un tramo de muro metálico dentro de territorio mexicano, con una longitud de aproximadamente cinco kilómetros.
En algunos puntos este cerco se introduce 1.8 metros al sur de la línea fronteriza. Esta sección se ubica al oeste del monumento internacional número 29 en la zona de Palomas, Chihuahua.
El Gobierno mexicano rechazó una vez más la construcción de la obra, avalada por una Ley estadounidense promulgada por el presidente George W. Bush el año pasado, pues dijo “no corresponde al clima de cooperación y corresponsabilidad que debe existir entre nuestros países, ni ofrece una solución para atender efectivamente los problemas que comparten en la zona fronteriza”.
México ha subrayado también el impacto negativo que tendrá en los ecosistemas de la frontera, particularmente en lo que se refiere a especies migratorias.
Afinan programa de repatriación voluntaria
Los gobiernos de Estados Unidos y México afinan los últimos detalles sobre la puesta en vigor por cuarto año consecutivo del programa de repatriación voluntaria de inmigrantes mexicanos detenidos en la frontera de Arizona.
Michael Keegan, portavoz del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), dijo ayer que todavía continúan las negociaciones para la entrada en vigor del programa de repatriación mediante el cual los indocumentados son regresados en avión a su país de origen.
Indicó que aunque aún no hay una fecha para su inicio, enfatizó que esperan se ponga en marcha durante el mes de julio, cuando las temperaturas superan los 100 grados Fahrenheit en el desierto y hay más riesgos de que los indocumentados mueran en su intento de cruzar.
El plan generalmente comienza a finales de junio y finaliza el 30 de septiembre.
Durante el verano de 2006, más de 12 mil inmigrantes mexicanos se acogieron al programa, con lo que diariamente un promedio de 180 indocumentados fueron repatriados en vuelos comerciales desde el aeropuerto de la ciudad de Tucson hacia la capital mexicana.
Según el Gobierno estadounidense, la repatriación voluntaria tienen como objetivo salvar las vidas de los indocumentados, especialmente ancianos, mujeres y niños, al ofrecerles un regreso seguro a casa y evitar así que caigan en manos de los "coyotes", que los obligan a caminar por días en el desierto bajo las intensas temperaturas del desierto de Arizona.
Aquellos mexicanos que se niegan a participar en el programa son repatriados de forma tradicional, siendo trasladados al puerto de entrada más cercano, generalmente cerca de la ciudad fronteriza de Nogales, en el estado mexicano de Sonora, donde en muchas ocasiones esperan por una nueva oportunidad para intentar nuevamente el cruce.
