Esta fue una de las excursiones en la ingravidez del espacio más prolongadas en la historia
EFE
Washington.- El astronauta de origen español, Michael López Alegría, y la estadounidense Sunita Williams, regresaron ayer a la Estación Espacial Internacional (EEI) al concluir la primera de tres caminatas previstas en nueve días en torno al complejo en órbita.
Los astronautas ingresaron al módulo de despresurización del laboratorio internacional en órbita terrestre, a las 22.30 GMT, después de más de siete horas de trabajo durante el cual conectaron parcialmente un nuevo sistema de suministro energético y de enfriamiento.
Esta fue una de las excursiones en la ingravidez del espacio más prolongadas en la historia. Hasta ahora la más larga fue la de más de ocho horas realizada durante la misión STS-102 de los transbordadores en 2001.
También es la primera vez que los ocupantes de la EEI realizan una caminata espacial sin contar con el apoyo de algún miembro de la tripulación de los transbordadores de la NASA.
"Se han completado casi todos los objetivos de la misión", dijo el control de la misión en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston (Texas).
Sin embargo, guiados desde el interior de la EEI por el cosmonauta ruso, Mijaíl Tiurin, los astronautas sólo pudieron desconectar una de las dos líneas de alimentación y dejaron esa tarea "para una fecha posterior", dijo el control de la misión.
Los astronautas permanecieron un tiempo mayor del previsto en la cabina de despresurización sin cerrar la escotilla, para impedir una posible contaminación con amoníaco que se derramó de unas líneas de alimentación en el sistema de enfriamiento.
Esa medida extraordinaria de precaución se tomó pese a que el examen visual de los trajes reveló que éstos no habían sido contaminados con el amoníaco.
Esas medidas de seguridad se tomaron después de registrarse un derrame similar durante la instalación del módulo "Destiny" que llevaban a cabo tripulantes de la misión STS-98, en febrero de 2001.