La Red no sólo ha revolucionado el mundo, sino incluso los sentimientos, dando paso al amor cibernético, donde actúa de una moderna Celestina.
Laura trabaja en una agencia de publicidad donde pasa la mayor parte del tiempo, por lo que su vida social es casi nula. Pero lo que nunca falla es que al llegar a casa encienda su laptop para conectarse a la Red. Lo que más visita son sitios de encuentro y fue así como conoció a Hans, un chico alemán con quien mantiene una relación amorosa desde hace un año.
Y es que Internet no sólo ha revolucionado el mundo, sino incluso los sentimientos, dando paso al amor cibernético donde la Red actúa de una moderna Celestina. Así, cada día miles de personas se lanzan a la Red buscando online a su media naranja.
En Internet caben todos: chicos buscando chicas, chicos buscando chicos, chicas buscando chicas... rompiendo de esta forma el penoso primer contacto. De esta forma puedes seducir con postales electrónicas, vía chat, por correo electrónico e incluso mandarle flores a quien crees es el indicado o indicada.
La Web también se ha coronado como el lugar ideal para almas solitarias que apuestan cada vez más a los romances virtuales que, con frecuencia, se inician a través de portales de búsqueda de pareja.
Para darnos una idea del potencial de esta herramienta, baste mencionar el “agosto” que están haciendo Flavio Di Pinto y Adriano De Maio, un par de emprendedores italianos. Aquí la historia.
Los “candados del amor” son muy famosos en Roma, se trata de pequeñas farolas que las parejas de enamorados colocan diariamente en el Ponte Milvio. En ellas, los enamorados escriben sus iniciales para después tirar la llave al río Tíber.
Hoy, esta tradición ya es una moda que llegó a Internet a través de la página www.lucchettipontemilvio.com, en la cual en sólo un mes han sido colocados 10 mil candados virtuales. En la página se pueden ver los candados, que se insertan gratuitamente, colgados de una farola del Ponte Milvio con las iniciales de los enamorados. Colocando el ratón sobre cada uno de ellos se pueden leer los múltiples mensajes de amor que cada pareja escribe.
