De vez en diario hay que pegarle a la mujer/para que sepa quién es el hombre. Las hembras quieren adueñarse del poder/y que nos manden no tiene nombre. No sean ingratos no les peguen a patadas/hay que pegarles con la fuerza del amor/hay que dejarlas a besitos desmayadas/hay que pegarles en el mero corazón.
Hay que pegarle a la mujer
La Lupita
Lejos de broma, de la cháchara rolera de La Lupita y de lo que significa el atavismo machista que hace de Don Cruz Treviño de la Garza un emblema de la masculinidad retrógrada, Coahuila ocupa el segundo lugar en violencia contra la mujer en el país, siendo México un pueblo en el que dos de cada tres mexicanas ha sufrido violencia generalmente por parte de su pareja. Nuestro estado ?junto con Nayarit con 28 por ciento? es apenas un poco menos violento que Quintana Roo (31 por ciento), y más que Oaxaca (27.5 por ciento) y que Tlaxcala (20 por ciento). La aprobación de las leyes generales para la Igualdad entre el Hombre y la Mujer, y de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia no garantiza una verdadera defensa del sexo femenino debido a los ineficientes aparatos de aplicación de justicia y la impunidad que en los casos de violación sólo alcanza una efectividad del cinco por ciento. Esto sin contar los episodios ocasionales que se dan en el noviazgo y las denuncias que no se realizan debido al temor, a la cultura del aguante y el conocido ?es tu cruz? que la educación fomenta. Otro de los elementos que hacen de la violencia contra la mujer una moneda común es el turismo sexual y la pornografía infantil en los que nuestra nación ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial y que se ha visto en su caso más sonado con la evidencia de las conversaciones entre Don Kamel y el Gober Precioso Mario Marín. Otro elemento es el abuso que sufren las amas de casa, las mujeres embarazadas, las trabajadoras de maquilas, las migrantes y las sexoservidoras. El problema es que recordamos todos estos datos únicamente en el Día Internacional de la Mujer, cuando el recuerdo y el recuento de las diferencias de género hacen de las estadísticas una pasarela en la que la indignación viste sus mejores prendas para luego ser olvidada hasta el año entrante. En el país la discriminación permanece como un legado sustentado por una cultura del desprecio a la diferencia y por una disparidad de la calidad y valía personal según el sexo. La educación y los medios influyen para construir una percepción errónea de lo femenino que da relevancia a lo físico antes que a las cualidades intelectuales y personales y concibe comportamientos que encierran una idea de lo femenil dentro de una caja revestida por la sexualidad consumista dirigida a la venta; la banalidad, el consumo y el cuento rosa del príncipe azul y el amor empalagoso. También es frecuente como otra manifestación de violencia la compraventa de niñas que son canjeadas por dinero o por bienes como animales y productos tanto en el centro como en el sur de la nación. El asunto es que no deberíamos tomar como pretexto el ocho de marzo para recordar las desigualdades que sufre el bello sexo y sí intentar reconstruir una nueva percepción más igualitaria de lo masculino y lo femenino sin caer en los extremismos que hacen de la diferencia una lucha y conciben ideas represoras y posesivas acerca del otro que es nuestro complemento, sus derechos a la igualdad deben ser una garantía que nos ayude a eliminar las ideas machistas que pernean nuestro parecer y educación ?desafortunadamente me incluyo en ese rubro de machismo atávico contra el que lucho denodadamente?.
CODA: Le recomiendo el libro El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, la poesía de Rosario Castellanos, sus obras literarias y las publicaciones de la sexóloga Anabel Ochoa en defensa al derecho al placer, así como el trabajo de la performancera artista multidisciplinaria Rocío Boliver La Congelada de Uva; un artículo sobre ella lo puede encontrar en:
http://www.zonar.tv/reciclaje/artes/congedeuva.htm
Comentarios, sugerencias, invitaciones al cine y a comer:
ajasgallina@yahoo.com.mx