Según estudio, el aumento de temperaturas ha significado una pérdida de cinco mil millones de dólares en EU.
El calentamiento global también ha provocado una pérdida en la cosecha de productos esenciales para la dieta de los seres humanos en todo el planeta, reveló un estudio divulgado por la revista Environmental Research Letters.
Según investigadores de Carnegie Institution y del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de EU, el aumento de las temperaturas ha significado una pérdida de cinco mil millones de dólares.
Entre 1981 y 2002, el calentamiento global redujo la producción combinada de trigo, maíz y cebada en alrededor de 40 mil millones de toneladas métricas al año.
Según los científicos, su estudio demuestra que esta reducción se origina en el calentamiento global causado por la actividad humana en el planeta y que sus efectos son inmediatos.
"La mayor parte de la gente piensa que el cambio climático es algo que tendrá un impacto futuro", manifestó Christopher Field, uno de los autores del estudio y director del Departamento de Ecología Global de Carnegie Institution.
"Este estudio constata que el calentamiento registrado en las últimas dos décadas ya tiene consecuencias reales en el suministro alimentario mundial", agregó.
La conclusión de los científicos se basó en un estudio comparativo de cifras de producción proporcionadas por la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y las precipitaciones pluviales en las principales regiones agrícolas del mundo.
Los científicos manifestaron que las cosechas de varios productos respondieron negativamente a las temperaturas más altas y se redujeron en entre 3 y 5 por ciento por cada grado Fahrenheit de incremento (0.17 grados centígrados).
"Aunque el impacto es relativamente menor comparado con el aumento de la producción debido al progreso tecnológico, los resultados demuestran que los efectos negativos se están haciendo sentir", dijo David Lobell, otro de los autores del estudio y científico del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Los científicos centraron su investigación en las cosechas mundiales de trigo, arroz, maíz, soja, cebada y sorgo, que representan alrededor de un 55 por ciento de las calorías no derivadas de la carne consumidas por los seres humanos.