El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, afirmó el pasado 18 de julio que recibió al Cisen “debilitado” al inicio de la Administración del presidente Felipe Calderón. (Archivo)
El Centro de Investigación contó con un presupuesto de más de 1,153 millones de pesos en 2006.
El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) multiplicó cinco veces su presupuesto en la última década, además de que engrosó su planta laboral al cierre del sexenio del ex presidente Vicente Fox, revelan informes del organismo y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Francisco Ramírez Acuña, secretario de Gobernación, quien comparece hoy martes en el pleno de la Cámara de Diputados para la glosa del informe y será cuestionado al respecto, afirmó el pasado 18 de julio que recibió al Cisen “debilitado” al inicio de la Administración del presidente Felipe Calderón, al preguntarle si esta instancia cometió errores y falló para prever los ataques del Ejército Popular Revolucionario (EPR) a instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), perpetrados 13 días antes.
En la segunda mitad del sexenio foxista el Cisen presenta un presupuesto a la baja, sobre todo porque hubo recortes a su gasto, que recuperó al final de ese Gobierno; al inicio de la administración de Calderón el Cisen volvió a resentir un recorte de 40 millones de pesos.
Sin embargo, en términos generales la tendencia ha sido a incrementar los recursos asignados al órgano responsable de la Inteligencia civil en México.
De contar con un presupuesto de 239 millones 113 mil 900 pesos en 1996, pasó a mil 153 millones 113 mil 635 pesos en 2006, año en que se destinaron 80 millones de pesos extraordinarios para crear plazas. En cambio, en el primer año la actual Administración se recortó el presupuesto al Cisen, al pasar de mil 153 millones 113 mil 635 pesos en 2006, a mil 114 millones 398 mil 723 pesos en 2007.
De aprobarse el presupuesto planteado para 2008 por el presidente Calderón, el Cisen recibirá el próximo año mil 368 millones 955 mil 254 pesos; lo que implica un incremento de 254 millones 556 mil 531 pesos.
Planta laboral
Un reporte de la SHCP, al 1 de enero de 2006 revela que el Cisen contaba con una planta laboral de dos mil 872 personas, de las cuales 41 eran mandos superiores, 958 mandos medios, 342 enlaces y mil 531 considerados de confianza, es decir, estos últimos son agentes de seguridad nacional.
El Artículo 3 del Estatuto del Personal del Cisen, publicado el 29 de noviembre de 2006, define que “los servidores públicos del Centro, para todos los efectos legales, son personal de Seguridad Nacional y, en términos del Artículo 21 de la Ley (de Seguridad Nacional), serán considerados trabajadores de confianza”.
De acuerdo con informes de Hacienda, que concuerdan con un comparativo elaborado por el propio Cisen y obtenido a través de una petición de acceso a la información, en el 2006 hubo una “transferencia para creación de plazas” con un monto de 80 millones de pesos.
El reporte del Cisen señala que mientras en 1996 destinaba 144 millones 403 mil 900 pesos para “servicios personales”, es decir, para salarios, la cifra se incrementó año con año: 193 millones 268 mil 500 pesos en 1997; 220 millones 799 mil pesos en 1998; 357 millones 374 mil 604 pesos para 1999; 563 millones 369 mil 350 pesos para el 2000; 726 mil 567 mil 983 pesos en 2001; 788 millones 790 mil 338 pesos en 2002; 828 millones 114 mil 80 pesos en 2003; 824 millones 100 mil pesos para 2004 y 879 millones 766 mil 865 pesos para el 2005.
Para el año 2006 la cifra es imprecisa, pues señala mil 153 millones 113 mil 635 pesos, que representarían el total del presupuesto para ese año; el documento no explica el por qué la cantidad destinada para “servicios personales” coincide con el gasto total, porque además menciona los 80 millones 800 mil pesos de “transferencias para creación de plazas”.
El Cisen nace en el Gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), al fusionar la Dirección Federal de Seguridad con la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales, en 1985, en medio de una crisis de credibilidad de las instituciones por la corrupción imperante.
