EL IMPRUDENTE SARKOZI
El presidente de Francia Nicolás Sarkozi tiene apenas unas cuantas semanas despachando en el Palacio del Elíseo y ya lleva en su haber un buen número de broncas serias con los medios de comunicación. Parece que su largo paso por el Ministerio del Interior no le sirvió para agarrarles la medida a los chicos de la prensa, especialmente la de izquierda.
Y ello prácticamente desde su elección. Y es que, mal había ganado la segunda ronda comicial derrotando a Segolene Royal, cuando se largó de vacaciones a la isla de Malta. Y eso no fue lo importante: lo que fue mal visto es que las tomó en el yatezote de un amigo suyo, el cual sobra decir que es multimillonario. Algunos vieron en todo el asunto un evidente conflicto de intereses. Otros, simple soberbia. Otros más, falta de sensibilidad luego de unas elecciones particularmente divisivas.
Sarkozi respondió que muy sus amigos, que dieran gracias que su descanso no le costaba un cinco al erario de la V República y que le importaba muy poco lo que opinaran resentidos y envidiosos. Ahí quedó la cosa… en ese momento.
En estos días la bronca ha sido que, otra vez, Sarkozi se tomó sus vacaciones con unos amigos. Pero ahora lo hizo en Estados Unidos. Y de nuevo, esos camaradas suyos son multimillonarios, que le ofrecen alojamiento y comida de gorra en lugares de superlujo.
Ustedes seguramente conocen la fuerte vena antiamericana que forma parte del carácter francés contemporáneo. Y eso de que su presidente ande de arrimado entre ricotes norteamericanos, créanme que cayó como patada en el estómago en varios sectores de Lutecia.
Para acabar de fruncir lo arrugado, Sarkozi se puso al tú por tú con dos fotógrafos americanos. Éstos navegaban en un bote en las cercanías del lugar de descanso de Sarkozi. Cuando éste vio que le andaban apuntando con las cámaras, se puso hecho un energúmeno y ordenó que su embarcación se dirigiera a la de los periodistas. El presidente de Francia se trepó al bote de los reporteros y les dijo hasta de qué se iban a morir… en francés. Según reportes, estuvo a un pelo de agredir a los reporteros gráficos.
Así pues, el que se supone un político experimentado, como que no sabe manejar muy bien que digamos ni su imagen ni su temperamento. Andarle aceptando favores a quienes mueven tanto dinero da mucho de qué hablar. Y ponerse a los trancazos con los periodistas, regañándolos como verdulero, tampoco lo deja bien parado. Quizá debería buscarse un buen asesor de relaciones públicas. Digo, sus cuatachos millonetas podrían recomendarle uno que otro… y evitar así esos exabruptos que hacen ver muy mal al dirigente de uno de los países más poderosos del mundo.
