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El comentario de hoy

Francisco Amparán

Tomándose en serio la imagen

Con frecuencia encontramos referencias a lo “exótico” y “misterioso” que resulta ese gigante que apenas recién estamos redescubriendo que es China. La verdad, no se trata de que el país sea tan enigmático ni inescrutable. Lo que pasa es que por aquellos lares las cosas se hacen de manera diferente. Y no sólo en lo que respecta a lo meramente material o económico. Sino también, en el enfoque que se le da al trabajo y la vida.

Dos casos recientes ilustran de manera contundente cómo China quiere que se le tome en serio… y que su imagen de coloso emergente no quede empañada por pequeñeces.

Hace unas semanas, el funcionario chino del más alto rango responsable de vigilar la calidad de remedios y medicinas fue condenado a muerte, al encontrársele culpable de haberse dejado sobornar por compañías farmacéuticas “patito”. Debido a ello, no sólo en China sino al extranjero fueron a dar medicamentos que no servían para nada. Se armó un escándalo de padre y señor mío, dado que el crecimiento en las exportaciones se basa en la confianza que tienen los compradores de que no les están dando gato por liebre. Por ello las autoridades chinas obraron con rapidez y dureza. Había que demostrarle al mundo que el que anduviera haciendo chanchullo, tendría un castigo particularmente pesadito.

Cabe hacer notar que el andar ejecutando gente por corrupción no es infrecuente en China. Después de todo, ese país aplica la pena capital con más frecuencia que todo el resto del mundo junto. Y con la enorme expansión económica de los últimos tiempos, los casos de corrupción se han multiplicado exponencialmente. Pero nunca se le había dado el tan comunista disparo en la nuca a alguien de posición tan elevada.

Por otro lado, hace unos días, un empresario chino dio muestras de una entereza y sentido de la responsabilidad a toda prueba. Resulta que su fábrica le maquiló juguetes a una transnacional americana, cientos de miles de ellos. El problema es que, en su acabado, utilizó una pintura con alto contenido de plomo. Esto fue detectado por las autoridades sanitarias americanas y esos juguetes tuvieron que ser recogidos por la empresa (incluso aquí en México), con las pérdidas consiguientes. Consciente del demérito que la imagen de su fábrica y país habían sufrido, el empresario responsable de la fábrica se ahorcó en un almacén de la compañía.

O sea que esta gente se toma las cosas muy en serio… después de todo, su progreso depende de que, en el extranjero, lo hecho en China siga siendo visto con confianza. Algo habría que aprenderles por ese lado. Y en cuanto a la ejecución de los grandes corruptos… ¿usted qué opina?

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