¡Feliz nuevo milenio! (en Etiopía…)
Hay gente que hace cualquier cosa con tal de pachangueársela y no trabajar. Así, hay quienes se proclaman profundamente monoteístas y usan tal convicción como excusa para guardar reposo el viernes musulmán, el sabbath judío y el domingo cristiano. Como no falta el mitotero que abraza con espíritu tolerante cualquier festejo de la cultura que sea, con tal de pasársela bien. A esos especímenes podemos verlos agitando maracas en los carnavales paganos de Río o Nuevo Orleáns (cuando existía Nuevo Orleáns) o debajo del dragón, ayudando a moverlo, en las festividades del Tet, el año nuevo chino.
Si usted entra en la categoría de los fiesteros multiculturales, globalizados y ecuménicos, le tenemos una buena noticia: puede festejar a todo lo que da el arribo del nuevo milenio. Ayer fue el 1º de enero del año 2000. Un poco tarde, pero todavía puede armar la farra.
¿El nuevo milenio? ¿Qué no fue hace siete años, cuando en todo el mundo se recibió el 2000 entre muestras de aprehensión por el mentado virus Y2K, la posibilidad de atentados terroristas de pegue y el remoto temor de que ahora sí, no como en el año 1000, se acabará el mundo?
Sí, pero eso fue para el mundo cristiano y para aquellas culturas que siguen el calendario gregoriano que los pueblos europeos les impusieron durante el período imperialista. Pero resulta que buena parte de la Humanidad no mide el tiempo de esa manera, por la sencilla razón de que no son cristianos. Y algunos que lo siguen, no dicen que éste es el 2007 después de Cristo, sino el 2007 de la Era Común… que no corriente.
Para colmo, algunos cristianos tampoco marchan al ritmo de Roma. Es el caso que nos ocupa. Ayer, la Iglesia Copta Ortodoxa, que se peleó con el resto del mundo cristiano en el siglo V, festejó el arribo del nuevo milenio de acuerdo a su calendario. De manera tal que en Etiopía y en algunas comunidades egipcias, hubo gran alboroto.
Hay otros casos repartidos por todo el globo: en lo que podemos llamar el calendario cultural chino, éste es el año 4704, de acuerdo a sus cuentas.
Como para los musulmanes, éste es el año 1428 de la Hégira. Una quinta parte de la Humanidad, la que sigue el Islam, empieza a contar los años en el 622 de la Era Cristiana (o Común, como quieran), cuando Mahoma huyó de La Meca a Medina para escapar de la persecución de los mercaderes de su ciudad natal, que lo detestaban por querer acabarles el negocito de los ídolos.
Así pues, el mundo cuenta los años dependiendo de la historia, la tradición y las múltiples broncas que los hombres nos hemos encargado de armar… mientras allá arriba, los astros siguen moviéndose armónicamente, indiferentes a nuestros pleitos y desavenencias.