Un aliado enojado (aunque rime feo)
“Éramos muchos y parió la abuela”, es un hermoso refrán que indica que cuando las cosas parece que no pueden ir peor… siempre tienen la capacidad de hacerlo. Y eso, en todas las facetas de esta triste vida.
Algo así han de estar pensando en la Casa Blanca por estos días, en que enfrenta un problemón que, francamente, se podía haber ahorrado. Problema que implica a uno de sus aliados clave en el mundo. Y que, para acabar de fruncir lo arrugado, puede ponerle todavía más tensiones a un avispero que no necesita precisamente que le den de palos para encresparse: Irak. Pero vayamos por partes:
Turquía es un aliado clave de los Estados Unidos en el Oriente Medio. No por nada suele ser uno de los países consentidos de la Unión Americana, habiendo presionado para que este miembro de la OTAN fuera admitido a la OCDE, el llamado club de los países ricos. Si alguna vez se han preguntado por qué a ese selecto grupo pertenecen países como México y Turquía, la respuesta es muy sencilla: porque ambos son fundamentales para la seguridad nacional de Estados Unidos, y hay que darles bolita e incluirlos en ese tipo de agrupaciones.
¿Y por qué hay que chipilear a Turquía? Nada más vean el mapa: ese país controla el Bósforo y los Dardanelos, la única salida al mar Mediterráneo que tenía la URSS primero, y Rusia ahora. Eso nada más para abrir boca. Ahora vean más p’allá: Turquía hace frontera con Irán, Irak, Siria y el inestable Cáucaso. Para mucho de lo que suceda en la zona, hay que tener en cuenta a los turcos.
Los cuales se han ofendido horrores porque el Congreso norteamericano ha aceptado una moción que calificaría de genocidio lo ocurrido entre 1915 y 1918 en contra de la población armenia, en el antiguo Imperio Otomano. Los armenios han alegado que los turcos masacraron en ese lapso a un millón y medio de los suyos, y quieren que la actual República de Turquía, heredera de los otomanos, asuma su responsabilidad sobre ésa, la primera gran limpieza étnica del siglo XX.
La moderna Turquía se niega a aceptar ese paquete, y alega que el mentado genocidio ni siquiera ocurrió, para empezar. Pero el cabildeo armenio en Estados Unidos finalmente dio sus frutos, y ahora el Congreso está a punto de afrentar a un aliado vital para los intereses norteamericanos en Oriente Medio.
Y como muestra de su enojo, Turquía anunció que se arrogaba el derecho de entrar en Irak cuando necesitara perseguir guerrilleros kurdos que, operando en Irak, realizan misiones en el sudeste de Turquía.
Ese problema, aquí entre nos, tiene mucho tiempo de existir. Pero Turquía tradicionalmente se había contenido, para no pisar más todavía el hormiguero iraquí. Pero si esos favores los responde de tan fea forma su supuesto amigo… entonces van a ver los Estados Unidos que Turquía no se va a quedar con los brazos cruzados. Las cosas se pueden poner muy, pero muy complicadas en aquellos lares. ¿Máááás? Sí: más.
