¿Un nuevo partido de izquierda unida? ¿Otrooooo?
En medio de los gritos y sombrerazos por la reforma electoral, ha surgido una idea que va a hacer que se rasquen la cabeza más de tres: Carlos Navarrete, el coordinador perredista en la Cámara de Senadores, planteó la necesidad de crear un nuevo partido de izquierda, integrando a las organizaciones que conforman el Frente Amplio Progresista, ese engendro creado para continuar la ficción del Gobierno Legítimo del Presidente Patito.
Así, dejarían de existir el PRD, Convergencia y el Partido del Trabajo, dando paso a un nuevo partido que, en teoría, uniría a las fuerzas de izquierda y le daría un quien vive al estatus quo.
Por supuesto, eso de que dejen de existir Convergencia y el PT parece un oxímoron. ¿Existen acaso? Especialmente en el norte, esos partidos morralla no tienen la mínima presencia, influencia ni seguidores. Si al PRD, sabe Dios cómo le va al norte del Trópico de Cáncer, esas otras organizaciones cumplen desde siempre la proverbial función de la carabina de Ambrosio.
Por supuesto, la propuesta de Navarrete tiene jiribilla, y la pichada puede romper en distintas partes del plato.
Por un lado, en vista de que la propuesta de reforma puede acabar por eliminar a la mayoría de los partidos de la chiquillada, que no cumplen otra función que llenar las boletas de votación con colores más bien feos y chuparse millones de pesos inútilmente, la formación de un nuevo partido les daría nueva vida a los capitostes y parásitos que desde esas entelequias han estado mamando del presupuesto desde hace lustros.
Por otro lado, es una manera de desviar las regañadas que Andrés López les ha puesto a dirigentes y legisladores perredistas por apoyar una reforma que puede culminar con el aniquilamiento de Convergencia y PT, partidos que suelen apoyarlo más que el mismo PRD. De esa forma se le daría por su lado al Presidente Loquito, y podría pasar la reforma sin tantos manotazos por parte del Mesías Tropical.
Además, ¿cuántas veces se ha creado “un nuevo partido de la izquierda unificada”? Ya parece tradición de que cada diez o quince años ocurra algo así. Primero con el PSUM, luego con el PMS, después con el PRD, las numerosas tribus que se dicen progresistas, ancladas como están en los dogmas de la primera mitad del siglo XX, se las han ingeniado para fundar partidos supuestamente incluyentes… que históricamente suelen atraer los votos de sólo uno de cada siete mexicanos.
Así pues, la propuesta de Navarrete hay que tomarla con abundantes dosis de sal. Lo único bueno sería que Convergencia y el PT desaparecerían del panorama nacional, en donde no han hecho absolutamente nada digno de mención. Si dejan de existir, nadie se dará cuenta. La nación no les debe nada, y no los extrañará.