Diciembre: A Chávez, los chavos le salieron respondones
Continuamos comentando las noticias más interesantes de este año que está a punto de colgar los tenis. Hoy le toca el turno a diciembre.
Un mes en que le fue mal, pero muy mal, al dictador tropical con facha de bongosero Hugo Chávez. Y en varios ámbitos de su accionar político, tanto en el interno como en el externo.
Y es que Chávez se engolosinó, le ganó la ambición, y tuvo que pagar las consecuencias de su vanidad y egolatría. Como diría un héroe vestido de rojo, no contaba con la astucia de un sector aparentemente fácil de domesticar: los estudiantes universitarios.
La cuestión es que Chávez, aprovechando el apoyo unánime que tiene en el Congreso, promovió la redacción de una nueva Constitución. En esta nueva Carta Magna no sólo se ampliaría el periodo presidencial; sino que se permitiría la reelección indefinida del titular del Poder Ejecutivo: una especie de sello de aprobación a una dictadura que podría prolongarse durante décadas. Después de todo, el decrépito Fidel Castro es el profesor preferido y más admirado de Hugo Chávez.
Pero a los estudiantes universitarios el prospecto de pasar sus vidas adultas bajo el poder de tan pintoresco personaje no les hizo mucha risa. De manera tal que, durante las semanas previas al referéndum de aprobación de la nueva Constitución, se lanzaron a las calles para protestar por esa propuesta, que perpetuaría a Chávez en el poder. Las movilizaciones estudiantiles fueron masivas y muy bien organizadas. Y en algo han de haber influido para que la gente votara como votó. Digo, la Oposición venezolana “formal” por lo general cumple la mítica función de la Carabina de Ambrosio.
Los resultados del referéndum constituyeron una gran derrota para Chávez. No sólo por que la propuesta de Constitución hecha a su medida recibió menos votos; sino porque unos tres millones de sus supuestos partidarios sencillamente no se dignaron ir a las urnas. En cierta forma, y parafraseando a Lenin, esos venezolanos votaron con sus traseros… negándose a levantarlos para ir a darle el espaldarazo a quien, al parecer, ya no ven como un líder que merezca su confianza.
Para fruncir lo arrugado, a fines del mismo mes estalló un nuevo escándalo: que dinero del Gobierno venezolano fue canalizado a la campaña electoral de la hoy presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner… lo que ya causó roces innecesarios entre Estados Unidos y Argentina.
Lo dicho: todo lo que toca Chávez, se convierte en sustancia pestífera, parda y pegajosa. Una especie de toque de Midas, pero al revés.
Que el 2008 sea mejor que este año que hoy termina.