Deacuerdo a estudios realizados por estadounidenses, el gingseng y la semilla de lino ayudan en los tratamientos de cáncer, ya que dan más energía y reducen considereblamente el tamaño de los tumores.
El gingseng ayuda a combatir la fatiga propia de los enfermos de cáncer, mientras que la semilla de lino ayuda a ralentizar el crecimiento de los tumores del cáncer de próstata, según estudios preliminares presentados.
Ambos análisis, elaborados por el centro médico universitario Duke de Carolina del Norte y la Clínica Mayo de Rochester, Minesota, fueron presentados en el seno de la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) celebrada en Chicago.
En su presentación, los científicos indicaron que los estudios son preliminares y advirtieron en contra de que los ciudadanos adquieran estos productos ya que las sustancias que se probaron no son las mismas que se adquieren comercialmente.
En el estudio relativo a la semilla de lino, la misma fue ingerida como suplemento alimenticio por un grupo de 161 hombres que iban a ser sometidos a una operación por cáncer de próstata.
En el estudio, la mitad de los hombres sumó 30 gramos de semilla de lino diarios a sus dieta baja en grasas a lo largo de 30 días.
Tras las operaciones, las células de los tumores de los enfermos habían crecido entre un 30 y un 40 por ciento más lentamente, que en aquellos que no habían ingerido la semilla.
"El índice de crecimiento (de los tumores) se redujo en aquellos que ingirieron la semilla. Creo que es fascinante", dijo Nancy Davidson, presidente de ASCO y oncóloga del hospital universitario Johns Hopkins, de Baltimore.
Wendy Demark, una investigadora de la Universidad de Duke, explicó que la semilla de lino es "rica en fibra y tiene muchas vitaminas".
"Pero, definitivamente, en estos momentos no podemos decir que se debe ingerir porque protege contra el cáncer de próstata", aclaró.
En relación al estudio de la Clínica Mayo, los investigadores analizaron tres dosis diferentes del gingseng en pacientes con una amplia variedad de cánceres y una expectativa de vida de por lo menos seis meses.
Un 25 por ciento de los pacientes que tomó una dosis de mil miligramos y un 27 de los que ingirió otra de dos mil indicaron que sus síntomas de fatiga eran entre "moderadamente y mucho" mejores.
Solo un diez por ciento de aquellos que ingirieron una dosis de 750 miligramos dijo que había experimentado una mejoría.
En la reunión, un grupo de expertos reveló que el cartílago de tiburón es ineficaz para combatir el cáncer de pulmón.
