El insustituible amor maternal
Una mamá canguro ayuda a niños prematuros a desarrollarse mucho mejor y más rápido .
Las señales de vida que envía una madre a sus hijos tras el parto no tienen sustituto, sobre todo cuando se trata de proteger la existencia de un bebé prematuro. Las pruebas científicas dejan en claro que el amor, el contacto directo de mamá y recién nacido propicia que el pequeño alcance un rápido desarrollo físico y mental.
La función de lo que los médicos llaman mamá canguro es de alto valor, pues el contacto piel a piel entre madre e hijo, la alimentación exclusiva del seno materno, junto con la estimulación táctil y sicomotora son invaluables en el proceso de vida del bebé, dice el doctor Eduardo Morales Hernández.
El Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) mantiene el programa Mamá Canguro porque "el cuidado y sentimiento de protección indirectamente propician la maduración -por la producción de endorfinas- y la leche de la madre le fortalece inmunológicamente", señala el especialista.
En este plan de atención especial, dice Morales Hernández, "los niños prematuros, nacidos antes de la semana 37 de gestación, alcanzan hasta 80% más pronto su madurez inmunológica, neurológica y sicomotora". Esto en comparación con los recién nacidos en estas circunstancias que terminan su maduración en incubadora, sin contacto físico ni emocional con su madre.
El amor maternal es clave en este momento de la vida, y con el programa Mamá Canguro son atendidos los infantes prematuros que no requieren asistencia respiratoria, es decir, que no sufren alteraciones en la ventilación pulmonar, procesos infecciosos u otra patología, y que su peso es menor a los dos kilos 200 gramos.
Canguro vital
El especialista Eduardo Morales Hernández, coordinador delegacional de Salud Pública del IMSS en la ciudad de Puebla, señala que el programa Mamá Canguro inicia alrededor de la segunda semana del nacimiento, cuando se estabiliza al bebé que ya superó algunos problemas de inmadurez.
La salud materna también recibe beneficios cuando permanece en el hospital de ocho de la mañana a una de la tarde, tiempo en el cual recibe adiestramiento y capacitación sobre los cuidados que necesita su hijo. Se les enseña cómo bañarlo, dormirlo, cambiarlo y tomarle la temperatura, así como el conocimiento de los signos de alarma de diversas enfermedades.
Mamá Canguro es un programa integral y durante su estancia el pequeño mantiene contacto piel a piel con el tórax de su madre, que le proporciona calor, amor y leche materna.
Además, la mamá aprende a estimular al bebé para un óptimo desarrollo sicomotor.
El plan reduce la estancia hospitalaria, ya que con el método tradicional ésta se prolongaba hasta por dos meses, y con Mamá Canguro disminuye a cuatro semanas, tiempo en el que el bebé gana peso suficiente para ser llevado a casa si no surge alguna complicación o riesgo de salud. Transcurrido ese lapso, ya no se afecta la edad gestacional o el peso del pequeño, pues se han dado de alta a niños de un kilo 400 gramos.
Estos bebés siguen vigilados en consulta externa, donde tienen cita cada tercer día para valorar sus condiciones de salud y su evolución, dijo el médico.
Destaca que la capacitación y adiestramiento que recibe la madre sobre el programa está a cargo del equipo multidisciplinario, constituido por enfermeras, pediatras, neuropediatras y médicos de rehabilitación y medicina física. Y en el fondo el amor maternal cobra su valor imprescindible en la vida.