Jazz de Utah se impuso 109-83 a los Spurs de San Antonio y recupera terreno en la serie final de la Conferencia Oeste de la NBA. (AP)
Utah se acerca a San Antonio en la serie al derrotarlos en el tercero.
La comodidad de jugar en su campo permitió a los Jazz de Utah vencer 109-83 a los Spurs de San Antonio y recuperar terreno en la serie final de la Conferencia Oeste, teniendo como su jugador clave a su base Deron Williams, que lideró el ataque con 31 puntos.
La serie que se juega al mejor de siete queda aún en favor de los Spurs con marca de 2-1.
Williams, que agregó ocho asistencias, y el alero Carlos Boozer con 27 tantos y 12 rebotes, fueron nuevamente los líderes en el ataque de los Jazz.
El ataque de ambos permitió a los Jazz mantenerse perfectos en su campo en la etapa final con marca de 7-0, y el triunfo les deja con números de 3-0 ante los Spurs en Salt Lake City, en la campaña.
El base francés Tony Parker lideró a los Spurs con 25 tantos y siete asistencias, mientras que el alero Tim Duncan consiguió 16 puntos y logró ocho rebotes.
El escolta argentino Manú Ginóbilli aportó 14 puntos en 30 minutos, al encestar cuatro de 12 tiros de campo, incluidos dos de cinco de tres puntos, y cuatro de seis desde la línea de personal, y dio cuatro asistencias.
Su compatriota Fabricio Oberto jugó 25 minutos y encestó cinco puntos al anotar dos de dos tiros de campo, y uno desde la línea. El cuarto juego de la serie se llevará a cabo nuevamente en Salt Lake City mañana por la noche, pero la victoria de los Jazz garantiza que habrá un quinto juego en San Antonio, el miércoles.
Los Cavaliers se sienten optimistas para el 3er juego
Al acabarse las prácticas, LeBron James agarró una pelota con su mano derecha y, con apenas impulso, soltó un disparo hacia el aro en el otro lado de la cancha de la Quicken Loans Arena.
El balón cruzó el aro sin tocarlo, a una distancia de 28 metros (92 pies). Como en su comercial de televisión.
"¡Oh!", gritó James. "¡Eso es!"
Los Cavs están de regreso a casa, donde James hace que lo imposible parezca algo de rutina.
Luego de dos descorazonadoras derrotas en Detroit, James y sus compañeros esperan poder repetir su actuación del año pasado cuando se enfrenten a los Pistones en el tercer juego de la serie de campeonato de la Conferencia Este hoy domingo por la noche.
En las semifinales de la campaña pasada, los Cavaliers estaban debajo 2-0 antes de ganar tres seguidos en casa y colocar a los Pistones al borde de la eliminación. Ahora, los jugadores de Cleveland están confiando en que esa experiencia les dé fuerza.
"Nosotros ya hemos estado en esta situación", dijo James. "Eso es lo mejor que nos pudo pasar. Nosotros hemos estado en esta situación, así que sabemos qué hacer y cómo capturar el tercer juego".
Luego de terminar con foja de 30-11 en casa durante la campaña regular y 4-1 en los play offs, los Cavaliers se sienten optimistas acerca de sus probabilidades de reducir la ventaja de los Pistones.
"Estamos confiados en que podemos hacerlo, pero no va a ser fácil", dijo el pivote lituano Zydrunas Ilgauskas. "Pero solamente porque estamos en casa no podemos pensar que no tenemos que esforzarnos. Si pensamos así, pudiéramos encontrarnos debajo por tres juegos".
Pese a perder los dos primeros encuentros de la serie, los Cavaliers dicen que las derrotas (ambas por tres puntos) les ayudaron a aumentar su confianza. Ellos saben que pueden enfrentarse cara a cara 48 minutos con los experimentados Pistones, que actúan en su quinta final consecutiva de la conferencia.
Los partidos uno y dos fueron duros; codazos, empellones, y una férrea defensa limitaron las canastas por ambas partes. Al igual que en mayo pasado, la intensidad de los Pistones tomó por sorpresa a los Cavaliers, que no estaban preparados para ello.
"Definitivamente ahora estamos preparados", dijo el alero de los Cavs, Donyell Marshall. "Ellos nos ganaron un par de veces. Siguen presionándote hasta que uno les responde, y eso es lo que vamos a tener que hacer". Acertar una canasta de vez en cuando también ayudaría.
Los Cavaliers tuvieron una oportunidad de ganar ambos partidos en Detroit, pero se fueron de 5-0 en los últimos minutos. Marshall falló un intento de triple desde la esquina, sin nadie defendiendo, a 5.9 segundos del final en el primer juego; y Larry Hughes hizo lo mismo desde corta distancia apenas antes de que sonara el timbrazo final en el segundo encuentro.
La defensa de Detroit ha sido la diferencia. Ha presionado a James constantemente y ha dejado que los otros jugadores de Cleveland intenten cargar con la ofensiva. Y si los Cavs desean cambiar las cosas, James no puede seguir siendo el único jugador productivo.
