Momentos en que la escultura pasa por el bulevar Independencia. (Fotografía de Julio Hernández)
TORREÓN, COAH.- Un hecho inusual atrapó la atención de los laguneros ayer por la mañana: una gigantesca escultura de metal fue trasladada desde su taller ubicado en la esquina de Independencia y calle Arocena hasta el periférico, con la ayuda de un enorme remolque que atravesó varios puntos de la ciudad.
El Manto de la Virgen fue remolcado a las 7:00 de la mañana de ayer domingo, luego de una intensa labor comandada por los creadores de dicha obra, Rogelio y David Madero.
La idea original era llevarla hasta la puerta blanca que se ubica a la entrada de Torreón viniendo de Matamoros, pero al cabo de cinco horas no fue posible llegar hasta el lugar donde se pretende quede permanentemente y para la posteridad.
La jornada inició con un trailer y varios remolques que sostenían la escultura católica sobre sus 16 llantas delanteras y 24 traseras, con lo cual fue suficiente para abarcar toda la imagen de 32 metros de largo y nueve de ancho.
Familiares y amigos de los creadores los acompañaron con sus cámaras fotográficas y de video, todos llenos de energía, a pesar de la hora y sin saber lo que está por venir.
La salida se dio en punto de las 7:08 de la mañana. El tráiler intentó salir del terreno por la calle Carlos González hacia el bulevar Independencia, pero luego de media hora y muchos intentos no podía conseguirlo. Algunos hombres acercaron piedras grandes y trozos de madera para encarrilar y sostener un poco el remolque. Seguía sin salir. Y cuando parecía que finalmente se iba a poder, un árbol se interpuso en su camino, lo que le costó la vida, pues de inmediato se mandó traer una sierra eléctrica para derribarlo con la ayuda de un trailer.
Ahora si se pudo. Los automovilistas, ciclistas y transeúntes volteaban para ver qué sucedía. Minutos después dos motocicletas de vialidad cerraron el bulevar entre las calles Arocena y Carlos González, todos con la confianza de que serán sólo algunos minutos.
Ya dieron las 8:00 y el Manto de la Virgen todavía no ha podido salir hacia el Independencia. El reloj marcaba las 8:55 y aunque había mucho movimiento, la enorme imagen se resistía a dejar la que ha sido su morada desde que comenzó su gestación.
INICIA EL VIAJE
Finalmente ahí va, la escultura cristiana más grande del mundo lentamente recorriendo el bulevar. Al llegar a la calzada Colón, el nerviosismo hizo presa de los maniobristas por la vuelta en “U”, pues la idea era recorrer todo el Independencia, luego el Periférico y llevarla hasta la puerta blanca de Matamoros. Todo fluyó, la vuelta estuvo bien, rápida, sin problema.
La caravana continúo despacio ante la admiración -y a veces la desesperación- de los automovilistas, El Manto pasó a las 9:34 por la calzada Abastos, avanzaba y de pronto otro contratiempo de espacio en la desviación, lo cual se resolvió despejando todos los vehículos y encarrilando de nuevo el trailer. Todavía los ánimos estaban arriba, había emoción y mucha concentración para resolver cualquier adversidad.
A las 10:46, la enorme imagen recorría la vía libremente hasta llegar al Periférico. Comenzó el caos vial, pero el tráfico se descongestionó en pocos segundos por vías alternas y en una visión casi surrealista, la caravana avanzó a menos de diez kilómetros por hora por pleno Periférico. Ahora sí el caos y lo mismo hay autos pequeños que transportes pesados atascados en el tráfico. Llegaron más unidades de vialidad para desviar a otras rutas.
DURO FINAL
Después de casi cinco horas de trayecto, casi al llegar al Distribuidor Vial Revolución la pregunta que desde un principio asaltó a la caravana se hacía más recurrente: “¿Va a poder pasar por ahí, va a caber?”. Después de varios minutos estacionados a unos metros del DVR la respuesta fue un contundente “No”.
Ante la frustración del tiempo, el sol,y el caos vial, los creadores decidieron regresar y ponerla en un lote ubicado en la esquina de Bravo y Periférico, a tan sólo dos cuadras atrás, para lo cual se cerró el Periférico en dicha esquina y toda la caravana avanzó en sentido contrario.
Finalmente, a las 12:08 del mediodía, se abrió un portón y el trailer entró para reubicar la escultura en dicho sitio.
Majestuosa, la imagen se paseó por la ciudad, pero definitivamente no es una tarea ni remotamente sencilla el mover por una ciudad una escultura de tales características.
Por lo pronto, los creadores dijeron que aún no saben qué día, ni de qué manera se volverá a mover El Manto de la Virgen para llevarla finalmente al lugar en donde quedará para siempre: frente a la puerta blanca de Torreón.
