Lorena Gutiérrez de Villalpando espera a su primera bebita a quien llamará Paulina.
EL SIGLO DE TORREÓN
Hay de amores a amores y uno de ellos es el maternal, el más tierno y noble que se pueda experimentar y que ahora Lorena Gutiérrez de Villalpando vive día a día, mientras espera ansiosa el nacimiento de su primera bebita.
?Cada vez que se mueve me asombro, me encanta sentir que mi beba está bien y que siempre está conmigo?, expresa la futura mamá, quien disfrutó de una fiesta de pañales en el Club Campestre Montebello la mañana del sábado pasado.
Con la gran emoción que representa el ver por fin la carita de su pequeña, dice Lorena que todo vale la pena, incluso los pequeños malestares de los primeros meses, de los que asegura ya ni se acuerda, y es que ?vuelves a asombrarte por las cosas más sencillas, todavía hay momentos en que no creo que esto pueda suceder, de tanta dicha que tenemos?.
Faltan tan sólo unos días para que la pequeña nazca pero ya está todo listo, pues Lorena y su esposo, César Villalpando Cardini, se fueron de compras desde que ella tenía cuatro meses de embarazo: ?Cuando supimos que era niña nos fuimos de compras, nos trajimos su cuna, carreola, periquera, ropa, de todo?. Asegura que él comparte su dicha: ?Está súper contento, ahora somos sus princesas?.
El martes fue el último día de trabajo de Lorena, pues ya empezó su periodo de descanso previo al nacimiento de Paulina: ?Voy a terminar de decorar su cuarto, a preparar todo para el hospital?. Y en próximas fechas tendrá una nueva fiesta de canastilla organizada por sus familiares.