HISTORIA| HAY QUIENES AFIRMAN QUE LOS REYES MAGOS PUDIERON SER ASTRÓLOGOS, SACERDOTES, INCLUSIVE CULTIVADORES DE LAS CIENCIAS.
Melchor, Gaspar y Baltasar, vuelven para "llenar" de regalos a los niños que todavía tienen edad para creer en ellos.
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México.- Causantes del que es quizá el momento del año más esperado por los niños, de que la imaginación, la fantasía y el anhelo lleguen a niveles insospechados, desde hace más de dos mil años los Reyes Magos viajan desde siempre acompañados de su camello, un caballo y un elefante.
La alegría desborda las sensaciones de los pequeños, quienes fincan en esas tres figuras míticas, Melchor, Gaspar y Baltasar, las bases del futuro de su felicidad.
Las tres figuras imponentes, con sus largas capas y asombrosas coronas, protagonistas en el nacimiento que cada año forma parte de la tradición de los hogares mexicanos, constituyen uno de los mitos más antiguos en la historia de la humanidad.
Sus orígenes se encuentran plasmados en el Evangelio bíblico de San Mateo, capítulo dos, versículos uno al 12, donde se narra cómo unos Magos, guiados por una luminosa estrella, llegaron a Belén para adorar y ofrecer sus místicos dones al recién nacido Mesías, y la forma como burlaron al famoso rey infanticida, Herodes.
No obstante, en el escrito no se ofrecen detalles de su origen, ni siquiera que fueran reyes, por lo que muchos autores consideran que San Mateo los utilizó como recurso para realzar la naturaleza divina y el carácter de Jesús como "Mesías".
Existen interpretaciones que dictan que los Reyes Magos pudieron ser astrólogos babilonios o sacerdotes persas, cultivadores de las ciencias, particularmente la astronomía, desde un punto de vista teológico.
Asimismo, San Mateo tampoco cita el lugar o país del que procedían, aunque todo apunta hacia Babilonia o Persia, la primera porque se caracterizó por ser un gran centro astrológico, donde al igual que la segundo los magos eran una casta con mucha influencia.
Sobre cuántos eran, desde tiempos inmemoriales se ha manejado el de tres, debido al número de presentes ofrecidos a Jesús: oro, incienso y mirra. Sin embargo, existen algunas representaciones pictóricas en las que, por razones de perspectiva o capricho del autor, sólo aparecen dos o, en ocasiones, hasta cuatro.
Melchor, Gaspar y Baltasar son los tres nombres que han llegado a la tradición occidental, pero no son los nombres originales de los Magos, que se desconocen por completo, e incluso la representación del tercero como hombre de raza negra inició apenas en el siglo 14.
El monje alemán benedictino, Beda Weber (1798-1859), doctor de la Iglesia católica, los describió así en un códice: "Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; Baltasar, negro".
De acuerdo con los especialistas, Beda los consideró representantes de Europa, Asia y África para así acentuar la soberanía universal de Cristo sobre todas las razas y países hasta ese momento conocidos.
Incluso, los nombres varían en las distintas lenguas. En griego, por ejemplo, son llamados Appellicon, Amerín y Damascón, y en hebreo sus nombres son Magalath, Galgalath y Serakin. Los armenios suponen que fueron 12, por lo que tienen el mismo número de nombres diferentes.
Su destino tras la adoración fue incierto, pues San Mateo sólo dice que regresaron a su país por otro camino para burlar a Herodes. La tradición piadosa afirma que fueron discípulos de Santo Tomás, mientras otros afirman que fueron consagrados obispos y murieron martirizados hacia el año 70 de nuestra era.
Bajo este entendido, se dice que sus supuestas reliquias fueron transportadas de Milán a Colonia en el siglo XII, donde aún hoy son veneradas en un relicario bizantino de la catedral de esa ciudad alemana.
Otro de los enigmas de los Reyes Magos más estudiados es la naturaleza del brillante astro que les condujo hasta el pesebre de Jesús, pues para muchos autores no era sino un cometa o meteoro luminoso, y hay quien mantiene que pudo tratarse del de Halley.
En 1606, el científico y filósofo alemán Johannes Kepler afirmó que dicho astro pudo nacer de la conjunción triple de dos planetas, Saturno y Júpiter, en la constelación de Piscis.
Según se cuenta, en la biblioteca de la Universidad de Salamanca, en España, existe un curioso códice del siglo 15, titulado "Historia de los Reyes Magos", plagado de citas del Antiguo Testamento.
En dicho documento, se aduce, se relata la trayectoria de los Magos durante y después de la adoración, y destaca el episodio de las tentaciones que sufrieron los tres por parte de Satanás.